LOS TRES MOSQUETEROS
Hace aproximadamente un mes, llegó a la consulta un ejemplar de cuatro años de la raza bóxer, al cual después de revisarlo supimos y así se lo hicimos saber a sus dueños que "Tauro" padecía una enfermedad en fase terminal.
El cariño y devoción de sus dueños era evidente, pues ellos estaban de acuerdo en hacer todo lo posible por su querido perro, pero poniendo como límite el sufrimiento innecesario de éste.
Me llamó la atención sobre manera, la manera de pensar, de conducirse y de expresarse de estos 3 jóvenes, pues en la actualidad no todos los jóvenes son así. Las revisiones periódicas y el tratamiento recomendado para "Tauro" hicieron que tuviera contacto cotidiano con Luis Jail, Anuar y Gibrahan González Yoseff, notando de inmediato en ellos el sentido del respeto, la educación y buenos modales que ellos tienen.
El cariño por los perros, me platicaban los tres hermanos y especialmente por la raza bóxer les fue inculcada por su papá el señor José Luis González Campollo, quien por desgracia partió hace trece años para estar en una dimensión mejor, donde no hay aflicciones, enfermedades ni traición. En donde para los creyentes en Dios, estaremos algún día gozando de su presencia, o tal vez por fortuna, ya que las bases inculcadas en ellos por su papá, las aprendieron al pie de la letra, para seguir con el gran ejemplo de educación desde entonces, y ahora por su mamá la señora Laura Yoseff Cárdenas, quien continuó con el trabajo de su educación, fundando en ellos principios que a las nuevas generaciones es difícil de que las acepten y las pongan en práctica.
En este mundo convulso de poca alegría, de cuando en cuando es tonificante toparse con gente de valer, específicamente con jóvenes que recién empiezan la gran aventura de abrir sus alas a la vida, para emprender el vuelo en pos de la madurez y el equilibrio.
El cachorro bóxer llegó a ellos hace cuatro años, a través de Ale Mijares y terminó conmigo que sólo soy un instrumento de Dios.
Me quedo contento, porque "Tauro" descansó después de seis meses de lucha en brazos de los "tres mosqueteros" quienes fueron sus protectores y amigos.
Me queda además la satisfacción de haberlos conocido, sabiendo que no todo está perdido, nos toca a nosotros como adultos hacer nuestro trabajo con los hijos ,y hacerlo bien, y ellos los tres hermanos González Yoseff me lo volvieron a recordar que la instrucción se adquiere en la escuela y la educación y los principios se "maman" en la casa.
Y ahora para terminar una gota de filosofía:
MIS ERRORES Y MIS FRACASOS SIEMPRE SERÁN MI MOTIVACIÓN, NO MIS EXCUSAS.
LA COLUMNA DEL PERRO