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LA COLUMNA DEL PERRO

M.V.Z. Miguel Dávila Dávila

¿TODAVÍA SENTIMOS NOSTALGIA?

A la nostalgia que me refiero no es al solo hecho de sentir tristeza con un afán masoquista, sino a que ya no le tenemos apego ni cariño a las cosas, a nuestra tierra, a nuestras costumbres, a las tradiciones que antes teníamos, y que están desapareciendo, ya no las seguimos mucho menos se las heredamos a las nuevas generaciones, a quienes les da lo mismo, tenerlas que perderlas, por tanto no tienen memoria de los buenos momentos vividos y que de cuando en cuando los recordemos a la antigüita con nostalgia.

Como vamos a sentir nostalgia por algo… Antes nos regalaban un juguete que era muy apreciado por quien lo recibía y después de jugar con él, lo guardaba muy bien, y ahí esperaba para la próxima vez que fuera requerido. En la actualidad, los artículos que se regalan a los niños no son por lo general para jugar, sino todo lo contrario, son artículos electrónicos que juegan con los niños, pues los mantienen embelesados no permitiendo en muchas ocasiones vivir a plenitud su infancia, robándoles la atención de todo lo que los rodea, al grado de que prefieren seguir con el gadget a ir a comer a sus horas, o dejar la tarea de la escuela para después, aun si sus papás los llaman, o los requieren para algo la respuesta será invariablemente la misma, ahorita voy, ahorita lo hago, que no ves que estoy ocupado.

Esta concentración de los niños durará, hasta que el artilugio electrónico se descomponga, se pierda o pase de moda, porque eso sí, hay que comprarles lo último en cuanto a novedades electrónicas, cuando bien sabemos que nunca se le dará alcance a la tecnología.

Mi celular todavía sirve, pero ya salió otro más "perrón" mi compu está muy buena, pero ya salieron otras más chicas, de colores… total el día que no llenen mis expectativas la regalo, la vendo barata o la arrumbo en el rincón del olvido, porque eso sí primero "muerto que sencillo".

Esta nueva forma de ser, la hemos copiado de los países más avanzados, aunque parece que nos hemos dado cuenta, que nuestra realidad es otra, que nosotros en algunas cosas hemos avanzado pero en otras muchas no.

Lo ideal sería que los avances que hemos logrado fueran para mejorar, esto sin perder nuestra esencia, nuestra forma de ser, es decir nuestras tradiciones.

Ahora pensamos si en mi ciudad hace mucho calor, me voy a otra… si mi país está quebrado, aunque necesite de mí yo me voy… Si mi papá o mamá están enfermos o requieren...

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