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Por mucho tiempo los científicos se debatieron el origen de la daga del rey Tutankamón, encontrada hace 91 años. Ahora, con tecnología de rayos X de alta precisión, se ha determinado que el material utilizado no es hierro, sino un metal que llegó a la Tierra en un meteorito.
Diversos equipos de científicos de diferentes nacionalidades, entre ellos provenientes de la Universidad Politécnica de Turín, la Universidad de Pisa y el Museo Egipcio de El Cairo, unieron fuerzas para llevar a cabo este estudio con precisión.
El análisis geoquímico reveló que la daga contiene níquel y cobalto, en cantidades iguales a las observadas en 11 meteoritos de hierro conocidos.
El equipo cree que el estudio arroja información sobre las creencias antiguas egipcias relacionadas con los meteoritos (en otras civilizaciones se consideraban mensajes del cielo) además de información sobre el uso del hierro y la antigua metalurgia egipcia.
