Cada vez están más cerca las elecciones de Durango. Ante el inexorable paso del tiempo, el 5 de junio está ya casi a la vuelta de la esquina y la moneda todavía está en el aire para la grande.
Esteban Villegas, el candidato oficial al gobierno del Estado está haciendo la tarea. La típica campaña electoral del PRI está en marcha, incorporándole las herramientas virtuales que hoy son novedad. Las redes sociales son ya vías indispensables para el proselitismo.
En cambio, en el bando contrario la cosa no marcha operativamente de manera óptima, o al menos en apariencia. Parte provocado por el aparato de comunicación del gobierno y del priismo, y por otro la realidad de las cosas, la percepción es que el candidato José Rosas Aispuro no ha logrado articular un equipo homogéneo que opere de manera orgánica, para beneplácito del oficialismo.
Sorprende además que el mensaje de Rosas Aispuro no alcanza a transmitir ese ímpetu de cambio que se debe esperar de un opositor, máxime cuando el candidato es un político tan avezado y sobre todo con tantos kilómetros recorridos. Es una realidad que la enjundia que se esperaba por parte de la campaña opositora con posibilidades considerables de generar la alternancia por primera vez en Durango no ha prendido como se esperaba.
Sin embargo, como es natural en el medio, ocurren filtraciones de las distintas casas encuestadores serias y hay datos interesantes. Los pronósticos de algunos aseguran que la capital nuevamente será para Rosas Aispuro, tal como sucedió hace seis años. Es casi incomprensible este hecho en el electorado capitalino ya que si en algo se ha distinguido el gobierno estatal, es en concentrar los recursos de manera importante en el corazón de la entidad. La transformación de Durango capital es innegable, sólo un ciego no lo podría ver. El proceso de transformación se inició desde la administración de Ismael Hernández Deras y fue reafirmada con vigor por la vigente, a cargo del gobernador Jorge Herrera Caldera. La belleza de la ciudad es innegable, el rescate de su centro histórico, vía restauración de cientos de fachadas y una adecuada iluminación, convierten en una agradable experiencia transitar por ese sector de la ciudad de día y una delicia por las noches. También la ingente cantidad de recursos para fortalecer su infraestructura para alojamiento de industria tarde que temprano dará fruto. Pues con todo esto, hay encuestadores que dicen que el PRI, con Villegas su más reciente alcalde, perderá en esa región.
Pero lo inexplicable es que los mismos encuestadores que dicen que el PRI está perdido en la capital, señalan que La Laguna de Durango mantiene su clara preferencia por Villegas y su partido. Parece ilógico, puesto que todo el trabajo, recursos y esfuerzos que en gran forma el gobierno del Estado ha invertido en la capital, de manera contrariamente proporcional ha sido el abandono que ha sufrido La Laguna duranguense por las mismas autoridades. Empero, los laguneros responden a los cuestionados que votarán por el tricolor.
Surge entonces una gran disyuntiva. Muchos de los votos que hoy parece tener en la bolsa el PRI tienen apellido: son votos del Herrerismo lagunero, son votos trabajados desde hace mucho tiempo por el grupo que encabeza la candidata a presidenta municipal la senadora con licencia Juana Leticia Herrera Ale, quien fue desdeñada por su partido para haberse convertido en la primera mujer en gobernar el estado.
Así entonces parece según estas filtraciones, se está materializando un supuesto que ya había sido previsto: Leticia Herrera y sus huestes en caso de orquestar un voto cruzado, pondrían en riesgo eminente la retención de la gubernatura para el partido tricolor. Así ella podría subrepticiamente pagar la misma manera lo que a ella le hicieron. En ella radica ahora esa disyuntiva, el 5 de junio por la noche podría ver cuál camino eligió.