La esencia de tu belleza

El uso de aceites para la piel resulta un tema muy delicado, especialmente para aquellas personas que tienen problemas, ya sea por su tipo de piel o por su sensibilidad.

Sin embargo, los aceites son sustancias de origen natural que han sido utilizados por distintas culturas a lo largo de la historia con fines medicinales y cosméticos.

Así que antes de seguir tu rutina de belleza con productos químicos, conoce las grandes cualidades de estos productos que la naturaleza nos otorga.

¿Qué son los aceites esenciales?

Los aceites se encuentran de origen en una variada gama de plantas, y particularmente pueden estar presentes en todo el árbol, en sus flores, en las hojas, en la madera, en la raíz, en la resina y en la cáscara de los frutos.

Para finalmente obtener el aceite, es necesario someter a esta materia prima a un proceso químico ya sea de destilación, de enflorado o maceración. El primero de ellos y el más usual, consiste en colocar en un alambique todas las flores recogidas a mano, se agrega agua y se va calentando el recipiente poco a poco.

El proceso requiere de un control preciso para no perder las propiedades del producto y al finalizar se obtiene agua floral por un lado y el aceite por el otro.

Es común que se confunda el aceite esencial con el vegetal, pero una de las grandes diferencias entre éstos es que el esencial no es realmente aceite, sino un concentrado de sustancias volátiles con una composición química mucho más líquida que el aceite vegetal.

Rompiendo con los mitos

Una de las características más representativas de los aceites esenciales es que se clasifican a partir del tamaño de sus moléculas, pero gracias a su pequeña estructura orgánica penetran de una forma más profunda en la dermis.

Han sido utilizados en la cosmética desde tiempos remotos y en algunas culturas siguen siendo un elemento básico para sus rutinas de belleza, tal es el caso del aceite de neem en la India.

A pesar de ello, en nuestro país seguimos pensando que los aceites pueden ser una opción para aquellas personas que no tienen problemas con la apariencia de su tez, y optamos por adquirir productos que aseguran no tener ni una gota de aceite que pueda empeorar casos de piel grasosa o simplemente el brillo excesivo que en ocasiones aparece tras la rutina de maquillaje.

Qué pasaría entonces, si te dijeran que estos aceites son necesarios para que tu piel regule la grasa, y por el contrario te ayudan a evitar problemas de acné.

Precisamente, son los productos sin aceite los que terminan resecando y eliminando esa textura o protección natural de la piel, que al final lo único que provoca es un desequilibrio en el que la piel se ve obligada a producir más grasa.

El correcto uso

Ahora que tienes la información necesaria sobre los aceites esenciales, no se trata de que agarres la botella y te lo pongas para mejorar tu piel. Es necesario que sigas ciertas indicaciones para evitar un resultado adverso de su uso.

Lo primero que debes de tomar en cuenta es que los aceites esenciales siempre deben de usarse diluidos en sustancias conductoras, ya se aceites vegetales o arcilla.

Los únicos aceites que se pueden aplicar directamente sobre la piel son los de lavanda, manzanilla, y árbol de té. En cuanto a su uso oral es recomendable consultarlo antes con un especialista.

De igual forma, puede ser que en las pieles más delicadas sean sensibles a los aceites y se produzca enrojecimiento o inflamación en la piel, en este caso se debe de suspender su aplicación.

Los aceites podrán colocarse en el rostro, con un sencillo masaje para reanimar la piel; en el cuerpo, para estimular la elasticidad y firmeza; y en el cabello, para activar la micro circulación, relajar el cuero cabelludo y devolverle tono al mismo.

Los aceites y sus beneficios

Hay una gran variedad de aceites de los que se pueden obtener diversos beneficios. A continuación te mencionaremos los más conocidos y usados en las rutinas de belleza.

Aceite de Argán

Con vitamina E y ácidos grasos esenciales, este aceite es ideal para hidratar el cabello, la piel y para mantener saludables las uñas.

Proviene de un árbol que solamente crece en Marruecos y es conocido como el “Árbol de la vida”. En su estado puro tiene un aroma a nuez, es apto para cualquier tipo de piel ya que no es comedogénico y es especialmente recomendado en bebés, ya que puede aliviar la irritación.

Además, tiene propiedades cicatrizantes y es de gran utilidad para las embarazadas que quieren mantener su piel hidratada y sin rastro de estrías.

Aceite de aguacate

Cubrirte de aguacate es casi tan efectivo como comerlo, puedes obtener el omega 3 y los antioxidantes por medio de la ya conocida mascarilla para el cabello o aplicando el aceite directamente sobre el cuerpo con un masaje relajante.

Aceite de coco

Los cocos naturalmente están llenos de proteína, vitamina E, y ácidos grasos que pueden ser absorbidos con facilidad por la piel.

Una cucharada será suficiente para que el cabello luzca hidratado y suave, asimismo funciona como un desmaquillante efectivo y acompañado de azúcar morena, como un exfoliante.

Aceite de semilla de uva

Indicado para aquellas personas con problemas de acné, el aceite de semilla de uva es una de las mejores opciones para estos casos por sus cualidades astringentes. Además contiene linoleico, conocido por sus propiedades curativas y anti inflamatorias.

Aceite de jojoba

El aceite de jojoba natural es muy similar a las grasas que produce el cuerpo humano. Las personas con piel y cuero cabelludo grasoso son las que pueden obtener mayores beneficios de la jojoba, que los ayudará a regular la producción de aceites en su piel.

Proveniente de una planta llamada jojoba, originaria de México y del sur de los Estados Unidos, este aceite fue alguna vez considerado como mágico por la cultura Azteca.

Aceite de oliva

Rico en antioxidantes, el aceite de oliva es ideal para aquellas personas que tienen una piel seca y con eczema. También puede ser la opción para los que quieren eliminar las marcas de envejecimiento, debido a que cuenta con vitamina A y E.

Aceite de escaramujo

Proviene del fruto del rosal que aparece cuando se marchita la flor. Es ideal para la piel con problemas de eczema, psoriasis o altamente sensibles. Tiene un alto contenido de vitamina A, por lo tanto se recomienda para mantener una piel joven y sin arrugas.

Aceite de árbol de té

También se le conoce como aceite de maleluca y está presente en muchos de los productos cosméticos que utilizamos. Es útil para el tratamiento de cicatrices por acné, para calmar la irritación tras la depilación, para cualquier problema de los pies y para promover el crecimiento del cabello.

Aceite de Ylang-ylang

Comúnmente usado en la práctica de la aromaterapia, a este aceite se le confieren atributos para normalizar la secreción de sebo en pieles problemáticas, además de que actuá como un relajante natural.

Aceite de rosa mosqueta

Extraído de la planta con el mismo nombre, el aceite de rosa mosqueta contiene ácidos grasos esenciales para que la piel recupere su imagen sana, por lo tanto, su uso está sugerido para aquellas personas que quieran deshacerse de manchas, marcas y cicatrices.

Las 10 razones para no dejar de probarlos

-Con el aceite puedes limpiar tu cara de los restos de maquillaje, sin eliminar su barrera natural de grasa

-Sus moléculas pequeñas permiten que entre a los poros, los limpie y humecte sin taparlos

-El aceite alimenta la piel desde adentro

-Ayuda a que la piel deje de perder hidratación

-Promueve la elasticidad

-A la mañana siguiente de haberlo aplicado se pueden notar los resultados

-Tu piel adquiere luminosidad

-Te ayuda a esconder y olvidarte de las líneas de expresión

-Ayuda a controlar el exceso de grasa

-Nutre la piel

Fuente: www.enfemenino.com, www.glamour.mx, www.popsugar.com, www.mujerhoy.com, www.imujer.com, es.vida-estilo.yahoo.com, www.dailymail.co.uk,