Incompleto. La hectárea de la última etapa no podrá ser atendida en su totalidad. (EL SIGLO DE TORREÓN)
El parque La Esperanza es otro de los proyectos que quedará incompleto y distante de lo que inicialmente se ofreció a los laguneros, pues de los 30 millones de pesos que se gestionaron para la tercera y última etapa ante el Gobierno federal, no se recibió un solo peso debido a los recortes presupuestales, por lo que ahora la obra será todo un reto para el nuevo gobernador estatal, José Rosas Aispuro.
Para atender parte de esta última fase de obras, el Gobierno estatal saliente destinó una partida por cinco millones de pesos en dos contratos, el primero de los cuales arrancó hace más de una semana y deberá tener continuidad por la nueva administración que hoy inicia funciones.
El delegado regional de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas del Estado (Secope) en La Laguna de Durango, Tomás Galván informó que a inicios de año se planteó a la Secretaría de Turismo una propuesta por 30 millones de pesos que luego se redujo a 20. Por los ajustes al presupuesto federal no hubo respuesta.
Debido a ello, quedará sin atenderse cerca de una hectárea de las ocho que integran todo el complejo del parque, incluido el Museo Acertijo.
La aportación estatal se aplicará en dos partes iguales de 2.5 millones de pesos cada una, cuyo recurso alcanzará únicamente para habilitar algunos andadores, con el fin de que haya distintos accesos desde el interior del parque al Museo Acertijo, lo cual por ahora no es posible.
Se harán también obras de consolidación de los muros de adobe que decidieron conservar por tener cierto valor histórico para la ciudad, porque en su momento fueron parte de la antigua jabonera La Esperanza. Habilitarán una franja de jardín, se harán trabajos de limpieza y colados de pavimento.
En la hectárea que no se podrá atender, quedará pendiente la construcción de otra área jardinada con su respectivo sistema de riego, la consolidación de otra parte de las ruinas de la fábrica de jabón y la rehabilitación de una torre de tres pisos que fue parte de la desaparecida empresa.
EL PROYECTO SE QUEDÓ EN FOTOS
En 2011, los terrenos que ocupó la jabonera La Esperanza iniciaron su transformación en un parque, entonces llamado ecológico porque se dijo, representaría el principal "pulmón" de La Laguna de Durango.
El proyecto ejecutivo que se presentó incluía áreas tan novedosas como un aviario, un mariposario, espejos de agua y otros atractivos que se presentaron durante el acto inaugural de las obras en maquetas y fotografías.
Entonces se planteó que el objetivo principal de esta obra sería la de compensar la carencia de áreas verdes en la ciudad convirtiendo la mayor parte de las ocho hectáreas de terreno en una enorme área arbolada, lo que al término de unos meses quedó en el olvido porque se integró la propuesta de un museo interactivo, lo que ahora es el Acertijo.
Desde entonces, este espacio público ha sido inaugurado en sus diferentes etapas, en cada una de las cuales se han dejado de lado aspectos y detalles que lo muestran incompleto y lejano a lo que se propuso.
Falta de recursos
No hubo recursos para la tercera y última etapa del parque La Esperanza.
⇒ Se habían solicitado hasta 30 millones de pesos al Gobierno federal.
⇒ Después, la propuesta de inversión bajó a 20 millones.
⇒ Por los recortes presupuestales, la Federación desatendió la solicitud.
⇒ La Secope informó que el Gobierno estatal saliente autorizó cinco millones de pesos.
