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La invasión de los drones

De vehículos de ataque a camarógrafos remotos

Foto: EFE

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Irán Elías

Creados en un principio con la finalidad de servir como espías y vehículos tácticos, los drones han minimizado su tamaño y han abierto la posibilidad para diversificar sus usos y funciones.

Se le denomina 'dron' (del inglés drone) a los vehículos aéreos no tripulados, radiocontrolados, que se pueden dirigir a voluntad, a través de diferentes señales y sistemas.

Los primeros drones aparecieron al finalizar la Primera Guerra Mundial, en la búsqueda de crear vehículos tácticos para dirigir ataques de manera remota y sin la vulnerabilidad de los aviones convencionales en misiones donde se arriesgaba la vida de los pilotos. Sin embargo los primeros prototipos fueron empleados como objetivos para el entrenamiento de aviadores en el manejo de aviones caza.

El intento por manipular técnicas de ataque aéreo ha estado siempre presente en la historia de las guerras, lo cual se puede deducir al observar desde instrumentos antiguos como flechas, lanzas y catapultas, hasta la moderna tecnología de misiles intercontinentales. A lo largo de este desarrollo los aviones tomaron gran importancia en los enfrentamientos bélicos, convirtiéndose en el principal factor de relevancia en la Segunda Guerra Mundial, tras la culminación de esta, la inteligencia militar se empeñó en diseñar aeronaves más eficientes y letales, sin embargo el riesgo de la pérdida de pilotos en combate seguía siendo una constante a erradicar.

La tecnología aeronáutica fue capaz de desarrollar naves controladas a distancia y con la funcionalidad para lanzar proyectiles, controlados remotamente, durante este proceso surgieron las primeras aeronaves denominadas UAV (siglas que en inglés hacen referencia a un vehículo aéreo no tripulado) y que se popularizaron como drones.

Los militares comúnmente llamaban “drone” (zumbido en inglés) a los UAV debido al sonido que emitían al estar en vuelo y en un corto tiempo los UAV se popularizaron con ese nombre que los ha acompañado desde los primeros prototipos, y que también ha servido para designar más recientemente a los robots de uso recreativo conocidos como drones civiles.

DRONES Y SU CRECIENTE EXPANSIÓN

La transición de artefactos de guerra a herramientas con aplicaciones recreativas se dio a finales del siglo XX, tras la caída del muro de Berlín y fin de la Guerra Fría. Al concluir los conflictos bélicos internacionales más importantes hasta ese entonces, muchas de las herramientas, estudios y sistemas de inteligencia militar pasaron a fungir como aplicaciones civiles, en gran medida con fines recreativos.

El mejoramiento de lenguajes de programación y la ampliación del alcance de las radioseñales, aunado a la optimización de diseño y una considerable reducción de peso y tamaño, hicieron posible la comercialización de los drones como artículos de entretenimiento, hoy en día se les pueden asignar múltiples aplicaciones, que van desde su control remoto con fines lúdicos, hasta la captura de video y fotografías, siendo esta última la motivación de mayor relevancia entre las personas para adquirir uno debido al furor por las redes sociales y los contenidos visuales.

RESTRINGIENDO SU VUELO

La rápida expansión en la fabricación y venta de drones ha impedido una correcta regulación legal de su uso. En algunas ciudades del mundo se han hecho reformas para restringir sus vuelos en algunas zonas o adjudicando su uso exclusivo para fuerzas militares, policíacas o instituciones de educación. En México, la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT) reformó los criterios para la utilización de estas aeronaves, segmentando los drones en tres categorías: hasta dos kilogramos, hasta veinticinco kilogramos, y de más de veinticinco kilogramos de peso. Cada categoría tiene diferente limitaciones en uso y adquisición.

Los drones que pesen menos de dos kilogramos no requieren un permiso legal para su utilización lúdica, sin embargo se deben apegar a la restricción de vuelo en aeropuertos y solo deben de ser elevados en horarios de luz solar.

Los que pesen más de dos kilogramos solo pueden ser utilizados con fines recreativos en clubes de aeromodelismo.

El segmento más restringido tanto para su adquisición como para su manejo, son aquellos que pesen más de 25 kilogramos, los cuales sólo pueden ser utilizados bajo términos y condiciones autorizados, y cuyo operador debe contar con licencia de piloto.

Independientemente de la categoría a que pertenezcan, si los drones son utilizados de manera comercial o con otro fin que no se apegue a la recreación se deberá solicitar un permiso emitido por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

En algunos países los drones civiles han sido utilizados como herramienta de espionaje, como vehículo en la transportación de drogas o han causado daños físicos al caer o chocar con personas y estructuras, he ahí la importancia de su regulación.

ADQUISICIÓN DE DRONES

La industria de drones se encuentra en un crecimiento acelerado debido a la demanda en el mercado. Los drones más vendidos son los que tienen un tamaño y peso práctico que favorezca la portabilidad y que cumplan con la función de captar imágenes u ofrezcan la posibilidad para adaptar cámaras, que en sí es la principal atracción.

Entre los principales fabricantes se encuentran DJI, que ofrece la popular línea Phantom; Parrat AR, cuyo modelo Bebop se volvió emblemático; 3D Robotics Quen, especializado en la captación de imagen; Xaircraft UAV, que ha diseñado drones con capacidad para transportar objetos, y otras marcas con fabricaciones más sofisticadas como Sensefly Exom y Syma.

En tiendas departamentales se pueden adquirir bajo las regulaciones con que se cuente en la ciudad y estado, también están surgiendo tiendas especializadas en la venta de drones en las que se puede comparar, obtener información e importar drones de otro país. El precio no se determina por su tamaño sino por su fabricante y por el desarrollador de software de control. En México los drones más comunes de uso recreativo-fotográfico van desde los mil quinientos hasta los setenta mil pesos.

LA NUEVA HERRAMIENTA DE ALTURA

El desarrollo de drones de fácil manejo y con capacidad para portar cámaras ha abierto una nueva tendencia en la producción cinematográfica y en la cartografía. Hasta hace pocos años las tomas aéreas en la realización de clips y cortometrajes requería un presupuesto elevado y riesgoso, para obtener un panorama aéreo era necesario montar cámaras en helicópteros o grúas, lo que limitaba las tomas y elevaba los presupuestos, actualmente se pueden manipular tomas aéreas con una alta precisión y mayor maleabilidad. En los desastres naturales la posibilidad de sobrevolar áreas devastadas con aeronaves tripuladas es sumamente riesgoso, vulnerabilidad que se minimiza con el mando a distancia de los drones para supervisar y valorar zonas terrestres. Los drones también son empleados para la captura de imágenes empleadas para graficar mapas.

UN FUTURO INCIERTO

Es difícil predecir el porvenir de los drones, su popularización obliga a proyectar regularizaciones legales para su uso y adquisición conforme a normas internacionales, sin embargo el veloz avance tecnológico de los drones civiles, que ofrecen cada vez más diversificación de aplicaciones impide la creación de una normatividad permanente. En cuanto a la ingeniería aplicada se prevé una mejora en diseño y funcionamiento, ya algunas universidades alrededor del mundo ofrecen ingenierías enfocadas a las naves aéreas no tripuladas o lo implementan como especialidad para la ingeniería en aeronáutica.

Correo-e: iran.elias@hotmail.com

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