A pregunta expresa sobre otras vías para acabar con la violencia que genera miles de víctimas y posibles caminos para iniciar un proceso de paz en la sociedad, Moreira II respondió: "es una mamada…", suelta una sonrisa alegre que encuentra complacencia festiva de quienes lo rodeaban, y continua: "… ¿cómo vamos a pactar con el narco?, al narcotráfico se le tiene que combatir, ellos nos han ocasionado miles de muertes, ¿cuál sería la propuesta?, ¿dejarlos delinquir tantito?..." (ver la florida declaración en siglotv.com).
Es muy recomendable que el folclorista gobernador leyera el libro "Negociando con el diablo" de Robert Mnookin (2010). En ese texto, con sencillas palabras, el autor explica que negociar no significa ceder en todo. Aborda los beneficios de negociar antes de iniciar una disputa armada, y en los casos en que un gobernante debe decidir hacer la guerra, propone que el juicio personal no se anteponga a un análisis de especialistas y a las obligaciones constitucionales de cuidar la vida de los ciudadanos.
La peculiar declaración se dio el pasado 12 de mayo en el contexto de la firma del acuerdo para construir un nuevo cuartel militar en San Pedro de las Colonias, Coahuila. Al final de la etapa actual del Moreirato, la entidad contará con 6 mil miembros del ejército en su territorio. ¿La utilización de las armas es la única forma que tiene el Estado para combatir con el tráfico ilegal de drogas?, ¿Mayor presencia militar se traduce en mayor seguridad para la ciudadanía?, ¿qué garantías hay de vigilancia de los Derechos Humanos?, abordemos estas tres preguntas.
¿El poder nace del fusil?, otra recomendación al ciudadano gobernador de Coahuila, es el ensayo de Hannah Arendt "Sobre la Violencia" (1970), en ese texto la autora recupera la sentencia en la que Mao Tse Tung afirma que el poder está en las armas, en la militarización diríamos hoy, en imponerse con el camino de la guerra, en la absolutización de las armas como único camino para la transformación de un escenario social. Arendt analiza y desmitifica esta tendencia de proponer la violencia como único camino.
¿Más militares es igual a más seguridad para los ciudadanos? Además de las recientes pruebas de la participación de miembros del Ejército en prácticas de tortura a presuntos delincuentes, están los más de 9 mil casos presentados ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos por abusos de integrantes del Ejército, denuncias que fueron presentadas desde el 2006 a la fecha. Podríamos agregar los resultados de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que en su informe del 2 de octubre de 2015, señala la grave situación de las ejecuciones extrajudiciales en las que estarían involucrados elementos de las fuerzas armadas.
¿Existe una Comisión de Derechos Humanos en Coahuila? La CDHEC en su informe de 2015 le dedica un párrafo de 4 renglones al tema de atención a víctimas, en el que se jacta de implementar al 100% el protocolo de atención. Afirma que en ese año, de las 1,676 quejas 148 fueron remitidas a la Comisión Nacional, los abusos cometidos por el Ejército son de esa competencia. Durante la presidencia de Plascencia la CNDH ninguna recomendación para las autoridades estatales de Coahuila. El pasado lunes, Grupo Reforma dio a conocer que el Gobierno de Coahuila otorgó 1 millón 800 mil pesos a Raúl Plascencia a través de una organización, la transacción viola la ley de Servidores Públicos.
En distintos puntos geográficos la imposición militarista ha generado una reacción ciudadana que busca desatar dinámicas contrarias a la lógica armada. Este camino implica una resistencia civil pacífica que provoque el empoderamiento del ciudadano por las vías de la apropiación de su espacio público inmediato, la construcción de las relaciones cotidianas donde se reconoce al otro como igual, como ciudadano sujeto de derecho y responsabilidades. Hay muchos caminos, además de la vía armada que han elegido los funcionarios públicos.
