Riesgos. La paz en Sudán del Sur todavía está amenazada y podría desplomarse.
Un año después de la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y la oposición armada, Sudán del Sur todavía se encuentra lejos de una deseada reconciliación con la que superar la violencia y la pobreza que asuela este país, donde más de un tercio de la población sufre inseguridad alimentaria.
El conflicto entre el presidente del país, Salva Kiir, y su antiguo vicepresidente, Riek Machar, estalló en diciembre de 2013, cuando el primero -de la tribu dinka- denunció un supuesto intento de golpe de Estado encabezado por el segundo -de etnia nuer-.
El 26 de agosto de 2015, en el gran salón Freedom Hall, el único de la capital sursudanesa, Yuba, Kiir rubricó la paz a pesar de las numerosas reservas que había mostrado y que hicieron que la firma presidencial se produjera diez días después del anuncio del acuerdo preliminar en Adis Abeba.
Pasados doce meses de esa fecha, el experto en asuntos sursudaneses del diario árabe internacional Asharq al Ausat, Mustafa Serri, considera que "la paz todavía esta amenazada y podría desplomarse".
Serri explicó a Efe que durante las negociaciones de paz se evidenció que "el tema del reparto del poder político prevaleció sobre las medidas de seguridad, y hasta al cese de hostilidades fracasó, debido a que los mediadores no tuvieron la seriedad suficiente para desplegar los equipos de observadores en su momento".
