Dos de cada ocho personas, según un estudio llevado a cabo en el 2014 por la Organización Mundial de la Salud, viven afectadas por una alergia.
Al salir de tu casa y dar un gran respiro al aire fresco empezaste a sentir dentro de tus fosas nasales un cosquilleo molesto y estornudaste sin parar; después cuando el estornudo cesó tus ojos no dejaron de arder y llorar en todo el día, ¿Te suena familiar? Si es así, es porque tienes algún tipo de alergia y no te has salvado de estas reacciones tan conocidas.
¿Pero sabes qué es lo que propicia que tu cuerpo tenga estas reacciones alérgicas? La histamina es la culpable, aunque no es tan “mala” como crees, puesto que sólo hace su trabajo de proteger tu cuerpo y de otras funciones neurológicas.
¿Cómo funciona?
La histamina es una sustancia química que reposa en algunas células del organismo y provoca los síntomas de las alergias (como pueden ser estornudos, salpullido, hinchazón, secreciones en la nariz, etc.). Cuando una persona tiene alergia a un alimento o polvo, el sistema inmunológico cree que es una sustancia nociva por lo que deja actuar a la histamina defendiendo al cuerpo mediante los síntomas de alergia.
Sus funciones ocultas
La histamina es mejor conocida por las alergias pero tiene una gama diferente de habilidades en nuestro cuerpo como son:
• Intervención en la inflamación en el sistema inmune.
• Actúa como neurotransmisor entre las neuronas.
• Influye en el crecimiento celular.
• Controla la secreción del ácido gástrico en el sistema digestivo.
• Aumenta la frecuencia cardíaca.
• Regula la contracción de los músculos suaves en los pulmones, el estómago y el útero.
• Interviene en la inflamación en el sistema inmune.
• Regula el ritmo biológico del sueño.
• Regula el apetito.
• Sus aliados
Para que la histamina funcione primero necesita unirse a un receptor que se encuentra en la superficie de las células. Estos receptores son proteínas que dan la señal a las células de actuar y responden de acuerdo a su función:
Los receptores H1 que son los responsables de los síntomas más comunes de las alergias y regula el sueño o estado de vigilia. Se concentran en las células de las manos, pies, piel y músculos y causan reacciones inflamatorias o ronchas en la piel.
Los receptores H2 se encuentran en las células epiteliales del estómago y su respuesta más común son las secreciones del ácido gástrico.
Los receptores H3 se encuentran en el cerebro y su función es disminuir la liberación de serotonina.
Los receptores H4 se encuentran en el gastrointestinal inferior y en la médula ósea pero sus funciones son desconocidas.
¿Está mal que nuestro cuerpo libere histamina?
No, como sabemos no todos los cuerpos son iguales, y en este caso el sistema inmunitario de las personas alérgicas está alterado, esto no quiere decir que esté enfermo o mal, simplemente es diferente.
El sistema inmunitario tiene la capacidad de distinguir lo ajeno al cuerpo o las amenazas, pero el de una persona alérgica al estar alterado toma ciertas comidas o polvos tan comunes para unas personas como una amenaza para su organismo.
Bloquea los síntomas
Existen los antihistamínicos que son fármacos que bloquean a la histamina, se interponen y se pegan a los receptores evitando el contacto con la histamina y aliviando los síntomas de alergias. El principal efecto secundario de los antihistamínicos es el sueño, ya que la mayoría de ellos protege a los receptores tipo H1 y este receptor es el encargado de regular el sueño. Es importante que acudas a tu médico si deseas utilizar un antihistamínico, ya que el te recetará el tipo de antihistamínico y la dosis exacta y adecuada que necesitas.
FUENTES: leucocitos.org; kidshealth.org; livestrong.com; www.cienciorama.unam.mx; www.bekiasalud.com; www.antihistaminico.com
