La presión extrema hacia la batería pudo ser resultado de la curvatura del modelo. (INTERNET)
Cuando Samsung lanzó el modelo Galaxy Note 7, una de sus características era su diseño curvo con paneles de cristal que se doblan en los extremos, cubiertos por un marco de aluminio. Ahora se cree que esa simetría pudo ser lo que provocara los problemas con el teléfono, que ya ha sido retirado del mercado.
De acuerdo con el sitio web ‘Gizmondo’, para curvar el vidrio Samsung utilizó un proceso de fundición llamado “termoformado en 3D”. Según su reporte, algunos documentos filtrados señalan que las baterías proporcionadas por Samsung SDI eran milimétricamente más grandes que el espacio destinado, lo que hacía que el teléfono ejerciera presión sobre ellas, provocándose así un cortocircuito.
También existe otra teoría, esta presentada por el sitio ‘Phone Arena’, que dice que la presión extrema hacia la batería era resultado de la curvatura del modelo, ya que los bordes quedaban demasiado apretados cuando se sellaba el teléfono.
El Samsung Galaxy Note 7 tenía una batería de 3.500 mAh (miliamperio-hora: unidad de carga eléctrica), mientras que el modelo anterior una de 3.000 mAh. El iPhone 7 Plus, por ejemplo, una de 2.900 mAh.
