Al nombrar la colonia como el exalcalde, los vecinos confiaron en que tendrían un buen 'padrino', pero no fue así; y a 10 años, se mantienen sin servicios.
Mary Hilaria tiene dos jacales que comparte con seis familiares, en la colonia que han denominado Eduardo Olmos. A mediodía,el calor agobiante les obliga a salir del pequeño hogar, que carece de servicios como agua, drenaje o pavimento.
Sin servicios
La familia se reúne en el exterior y, mediante una conexión irregular de luz, echan a andar un ventilador que les ayuda a sobrellevar el sofocante clima.
En el exterior, los niños corren semidesnudos, apenas con ropa interior o pañal, se refugian todos juntos en la sombra de una pared.
"Hace mucho calor, no aguantan ahorita la ropa", dice Juana Guadalupe, quien tiene una tiendita en esta zona.
Las familias aquí deben madrugar todos los días para llevar agua a sus casas. A las 6:00 horas hay una larga fila de mujeres con tinas a la orilla de la carretera, pues es la única toma de agua, pero el líquido deja de salir entre 10:00 y 11:00 horas, y entonces hay que esperar hasta el día siguiente, a levantarse más temprano para alcanzar.
Sin agua, refrescarse no es una solución para quienes habitan este sector.
El agua es para tomar o hacer la comida, poca para bañarse o limpiar.
En casa de Mary Hilaria el piso es de tierra; en el área que acondicionó como patio tiene algunos cobertores como techo, lonas de plástico sobre los jacales que usa como habitaciones, que se calientan mucho durante el día.
Su hija pequeña anda descalza, con ropa ligera, pero aún así no deja de sudar mientras espera que su madre caliente la comida en una esquina de la vivienda, con leña porque no tiene gas.
Su abuelo espera a un lado, también sudando; un montón de moscas aprovechan sus lentos movimientos para posarse en su cabeza.
Hay una cisterna grande donde anteriormente recibían agua y de aquí se abastecían los vecinos, pero dice Juana Guadalupe que desde hace 7 a 8 meses no llegan las pipas a llenarla.
Al mediodía se perciben aromas desagradables en el sector. Son las fosas sépticas, que con las altas temperaturas despiden fuertes olores.
Esto, aunado a que la comida se descompone más rápido en esta temporada, ha provocado un incremento en el número de moscas.
Además, no pasa por aquí el camión recolector de basura, por lo que la mayoría de los vecinos optan por quemar los desechos afuera de sus casas, los que tienen carrito de mulas se llevan las bolsas a otros predios o buscan algún contenedor.
Juana Guadalupe comenta que llevan más de 10 años viviendo en estas condiciones, se compadece de las mamás que tienen niños pequeños, recién nacidos.
"Ellas sí la ven muy difícil, sin agua y con tanto calor", dice la dueña de la tiendita de la colonia.
Demasiado sol
También hay más mosquitos. Entre los niños se observan algunos con erupciones en la piel, piquetes que se rascaron de más, algunos descarapelándose por asolearse.
Engañados
Al nombrar la colonia como el exalcalde, los vecinos confiaron en que tendrían un buen "padrino", pero no fue así; y a 10 años, se mantienen sin servicios.