Gran reacción negativa generó la visita a México del candidato republicano de EUA, Donald Trump; la actitud condescendiente del presidente Peña Nieto, fue criticada con calificativos de tibieza, hasta entreguismo.
Todos vivimos el desconcierto con el acontecimiento, que representó para ambos personajes mayor debilitamiento en imagen y aceptación.
La duda permanece: ¿cuál fue el propósito del encuentro?
Desde luego que el candidato norteamericano, xenofóbico, racista y agresivo, al igual que Hillary Clinton, recibió senda invitación de la Presidencia de la República para visitar México.
El Partido del Sol Azteca consideró a Trump "persona no grata", por sus discursos de precampaña, en los que "se ha dedicado a verter insultos y a denostar a nuestros connacionales"; la dirigencia nacional del PRD, invitó a los mexicanos que estudian en EUA, a manifestarse a favor de los derechos humanos y a los residentes nacionalizados en aquel país, a votar en contra del mediático personaje.
El 66 por ciento de la población mexicana manifestó la opinión de que el candidato del Partido Republicano, Donald Trump, empeoró su imagen tras su visita a México, según una encuesta telefónica de Grupo Reforma.
De igual forma, 7 de cada 10 personas califican negativamente el manejo que de la visita hizo el equipo de asesores del presidente Peña Nieto, calificándolo como tibio y débil ante las declaraciones ofensivas de Trump, quien pretendió suavizar sus expresiones pronunciadas con anterioridad, intentando hipócritamente adularnos. Luego, en Arizona, volvió a tundirnos.
Ricardo Anaya, presidente del PAN, declaró: "Vino a insistir con la torpe idea de construir su muro, debimos haberle dicho en su cara: 'señor Trump, los mexicanos tenemos dignidad y usted no es bienvenido a México. Discúlpese y váyase'. Esto es inaceptable".
Margarita Zavala, quien aspira a la candidatura del PAN para la Presidencia de México, dijo: "Me parece que se le trató de una manera que no merecía, es sólo un candidato y no un jefe de Estado. Insisto, es una visita innecesaria, una invitación que no me parece, alguien que reitera que va construir un muro, hasta dice que insiste en su visión migratoria y que no ofrece una disculpa. Lo lamento mucho por el trato que ha dado a los mexicanos".
En general, todos los políticos mexicanos -excepción de los priistas- deploraron la actitud del Presidente Peña Nieto.
Carla Ruíz Massieu, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, salió en defensa del presidente -como es lógico- afirmando que el muro no lo costearía México y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray -señalado culpable de la invitación- advirtió que el presidente actuó conforme al protocolo internacional, como jefe de estado. Explicación no aceptada.
La prensa nacional tambien sancionó el evento y la internacional -El País, de España y el New York Times, de EUA, entre otros- manifestaron su sorpresa.
Como bien escribió Krauze: "a los tiranos no se les apacigua, se les enfrenta".
¿Cuál fue el fin último del citado encuentro?
Hillary Clinton, no desaprovechó la oportunidad, haciendo comentarios ante sus votantes, agravando la imagen negativa de Trump; y en lo general, muchos aprovecharon el momento para "salir en la foto", incluyendo al locuaz Vicente Fox.
¿Y qué ganó Trump? Poco nos importa el odiado personaje, aunque esperemos no haya intentado reactivar sus negocios en México.
Las hipótesis brotaron de inmediato; algunas determinantes, considerándolo otro error del gobierno mexicano, olvidando que los expertos de Trump, también debieron participar en la decisión -curiosamente un día antes del IV informe-; otros, hablan del repetido trastabilleo del gobierno federal; algunos más incluyen posibilidades descabelladas, incluidas las del complot.
Le recuerdo la sentencia: "en política nada sucede azar" y seguramente habrá razones de fondo que …¿conoceremos?
El Informe puede orientarnos; en él, los problemas nacionales fueron abordados en cinco ejes, de acuerdo al boletín de prensa presidencial:
1.- Educación de Calidad: con una Reforma Educativa que no ha podido ser aplicada completamente y ha generado inestabilidad e ingobernabilidad en algunos estados federales del sureste nacional, con ilegalidades promovidas por los radicales -no solamente líderes del magisterio- afectados en sus privilegios o que ven oportunidades anárquicas; 2.- México próspero: título que por simple definición es inaceptable ante la realidad nacional, que menciona "eliminar trabas del potencial productivo del país"; 3.- México Incluyente: orientado a negar la creciente pobreza; 4.- Responsabilidad Global: afirmación inaceptable y; 5.- México en paz: ante la criminalidad, desprestigio mundial y freno del desarrollo nacional.
A ello sume la corrupción exhibida en todos los niveles administrativos de los tres poderes de la nación; la impunidad con aplicación de las leyes según casos e intereses; y la opacidad, oponente invencible de la transparencia que, en el caso dado, han sido medios para mayor escarnio de los mexicanos.
Ante todas esas realidades nos hacemos la pregunta: "¿dónde quedó la bolita?". ¿Usted qué piensa?
Ydarwich@ual.mx