La vitamina desconocida

Si de vitaminas hablamos, todos conocen la vitamina A, B , C y D, tal vez no a profundidad, pero saben que nuestro organismo necesita algunas de ellas para evitar algún resfriado o para ver mejor. Pero hay otra vitamina que casi no es nombrada, y es de igual o mayor importancia que las anteriores, esa es la vitamina K.

Esta vitamina es la encargada de la coagulación de la sangre, importante para la prevención de hemorragias y una buena cicatrización; además interviene en la generación de glóbulos rojos, y esta relacionada con la formación y generación de los huesos.

Supongamos que te cortas accidentalmente con una hoja de papel, si el sangrado tarda en cesar y es abundante la cantidad de sangre que sale de ella, puede ser que carezcas de vitamina K.

Las mujeres deben de tomar en cuenta esta vitamina para controlar sus menstruaciones si es que son abundantes, y en el tema de los huesos si careces de vitamina K, no tendrás buena absorción de calcio por ende podrías sufrir de enfermedades como la osteoporosis.

¿Dónde encontrar la vitamina K?

Los alimentos de hojas verdes oscuras son los que aportan más de ésta vitamina como la espinaca, lechuga, brócoli y coliflor; pero también la podemos encontrar en frutas como en las ciruelas, peras, moras, higos, melocotones, aguacate y el kiwi.

Se encuentran en las carnes y mariscos, como en el salmón, camarones, atún, sardinas, huevo, queso, leche, pollo y hasta en los borregos. Como vemos lo encontramos en muchos alimentos, es por eso que es muy raro que alguien sufra de deficiencia de vitamina K.

También los bebés

Cuando un bebé nace, se hacen varios protocolos para que no pase por alguna infección o complicación. Uno de esos protocolos es inyectarles esta vitamina, se administra para evitar el síndrome de hemorragia por déficit de vitamina K.

Este síndrome consiste en hemorragias moderadas o severas (normalmente es sangrado oral, umbilical y rectal) que se presenta por la falta de esta vitamina al nacer. El síndrome se presenta en las primeras 24 horas del nacimiento o en la primera semana del nacido.

¿Tengo déficit?

Las personas con mayor riesgo a sufrir deficiencia de esta vitamina son quienes toman fármacos inhibidores de coagulación de la sangre (anticoagulantes) y los que presenten una enfermedad hepática.

Pero si no sufre o consume nada de lo ya mencionado, algunos síntomas que involucra un déficit de la vitamina K son: tendencia a hematomas (moretones) o hemorragias como sangrado de nariz o encías, sangrado en orina o heces, y menstruación excesiva. Si sufre de alguna de ellas, lo mejor es ir a consulta con un médico para saber que tratamiento seguir.

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La vitamina K se puede encontrar de tres tipos: la K1 es la que encontramos en los alimentos que consumimos, la K2 es la que nuestro organismo produce, y la K3 es la que sintetizan los laboratorios y se suministran en las personas que no tienen la capacidad de metabolizar esta vitamina.