Es una buena noticia que se haya presentado por fin, el proyecto de Metrobús para enlazar las ciudades hermanas de Matamoros y Torreón.
Con una inversión de alrededor de 1,500 millones de pesos, producto de una mezcla de recursos federales, estatales, municipales y privados, además de un financiamiento por parte de Banobras, en una lapso de 20 meses el bulevar Revolución que al recorrerse hacia el oriente se convierte en el bulevar Torreón-Matamoros, así como el propio centro de la ciudad se verán afectados por las obras correspondientes para la creación de los carriles y terminales adecuadas para la puesta en marcha de esta obra de transporte público.
El proyecto incluye la adquisición de 108 camiones de cama baja (los apropiados para este tipo de transporte) así como la construcción de un taller y una estación de gas.
Rimbombante es sin duda el anuncio de la obra, ahora será menester que se observe que se cumpla en los plazos y términos establecidos por el propio gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, quien si todo sale como lo anunciaron, inaugurará el Metrobús justo en el último mes de su gestión constitucional, que será el mes de noviembre del próximo año.
Lo más importante de todo este anuncio, lo será sin duda el beneficio que tendrán según las cifras oficiales, las 180 mil personas que a diario se trasladan por esta saturada rúa y que de ejecutarse como se debe, contarán con al menos una ruta digna de transporte colectivo.
Además de lo anterior, decenas de rutas saldrán de la hoy congestionada vía; la propia sustitución de unidades representará una disminución de los niveles de contaminación que emiten actualmente los viejos camiones que ahora circulan por el propio Revolución. Habrá que estar pendientes en lo posible, la opinión pública, que en esta obra no surjan casos de corrupción como suele pasar en este tipo proyectos, pero es de celebrarse que los recursos públicos en principio, se apliquen para mejorar la calidad de vida de las grupos sociales menos favorecidos económicamente, y que por lo tanto difícil es que tengan acceso a un automóvil como medio de transporte de manera habitual.
Sin embargo, las cosas no son de igual manera al otro lado del Nazas, que es por supuesto también La Laguna. En Gómez Palacio y Lerdo sencillamente no hay interés alguno por construir un proyecto similar que hubiese logrado una conexión del mismo tipo desde La Alianza hasta el corazón de Lerdo.
Entrevistado al respecto, Arturo Martínez Navarrete, asesor técnico de la Dirección General de Transporte del Estado de Durango, informó que para la zona conurbada de Durango, léase Lerdo y Gómez Palacio, se tiene destinada una inversión de 320 millones de pesos, con lo que se pretende mejorar la semaforización, señalización, construcción de bahías y demás equipamiento para la mejora del transporte colectivo, pero evidentemente no habrá Metrobús ni nada que se le parezca.
Una pena, la verdad, que esto vaya a ocurrir así. Cuando se semblanteaba la idea de crear un transporte que uniese las cuatro ciudades más pobladas y que comprenden la zona conurbada de La Laguna (Matamoros y Torreón por Coahuila; Gómez Palacio y Lerdo por Durango) las antipatía entre las administraciones de Jorge Herrera y Rubén Moreira, simplemente impidieron que se pudiera materializar una idea de forma metropolitana.
El argumento de conectar tentativamente el Metrobús de la estación que estará en el bulevar Constitución entre las calles Múzquiz y Ramos Arizpe, con una ruta que marchara por el bulevar Miguel Alemán hasta Lerdo, no era lo que más convenía en cuestión de volumen de pasaje del lado duranguense, cosa que suena extraña, ya que por décadas ha transitado por ahí la ruta Torreón-Gómez-Lerdo.
Hay que agregar que particularmente en el caso duranguense, es consabido que los gomezpalatinos y particularmente su clase política, han sido condescendientes con la mísera atención que el gobierno estatal les ha prestado en por lo menos la última década, y eso se refleja en la abismal diferencia de presupuestos, de 320 millones en La Laguna de Durango a 1,500 millones en La Laguna de Coahuila.
Da coraje, la verdad, por el lado duranguense, porque unos laguneros no merecen 5 veces menos que otros, pero esto se da en función de la exigencia que unos y otros le hacen a sus respectivos gobiernos.