La seguridad está al máximo en Río de Janeiro, Brasil.
Las medidas más estrictas de seguridad implementadas el lunes en los aeropuertos brasileños derivaron en largas filas e incluso en demoras de algunos vuelos, a menos de tres semanas de que Río de Janeiro sea sede de los Juegos Olímpicos.
Desde las 6 de la mañana, pudieron apreciarse filas largas y caóticas en el aeropuerto regional de Congonhas en Sao Paulo, la ciudad más grande del país. Media hora después, había más de 700 personas esperando en el primero y segundo piso del inmueble, para pasar por los controles de seguridad.
Durante la tarde, las filas fueron menores.
Los aeropuertos más pequeños en otros lugares del estado de Sao Paulo, en el sur de Brasil, registraron también problemas. Hubo largas colas en el aeropuerto regional Santos Dumont de Río de Janeiro, ciudad donde se inaugurarán los Juegos el 5 de agosto.
Pero hasta ahora, no se han reportado afectaciones en los aeropuertos internacionales.
Las nuevas medidas de seguridad entran en efecto días después del ataque con un camión que dejó 84 muertos en Niza, Francia. Ese hecho generó nuevas preocupaciones de seguridad durante grandes sucesos.
Unos 85.000 soldados y policías patrullarán las calles de Río durante los Juegos Olímpicos, de acuerdo con las autoridades.
También el lunes, un escuadrón antibombas de la policía respondió a un reporte de una mochila sospechosa frente a un edificio de apartamentos en el adinerado vecindario de Leblon, en Río. Los agentes bloquearon la calle y utilizaron un robot para inspeccionar la mochila deportiva azul, que sólo contenía ropa.
"Este tipo de cosas no son típicas en Brasil", consideró Sergio Cabreu, jubilado de 68 años, quien reside en un edificio cercano. "Dudo que sea algo, pero ante la proximidad de las Olimpíadas, lo mejor es averiguar".
GRAN DERRAMA ECONÓMICA
Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos generarán ingresos de dos mil 700 millones de reales (unos 830 millones de dólares) a la ciudad de Río de Janeiro, sobre todo por gasto de turistas, anunciaron hoy las autoridades.
Estos ingresos suponen un 18.8 por ciento más de lo que fue generado en 2015 por turismo en los meses de agosto y septiembre (temporada baja por ser invierno en el hemisferio sur), según datos de la Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo de Brasil.
