Las grandiosas abejas

Cuando comenzó a difundirse el fenómeno de la desaparición de abejas o síndrome de despoblamiento de colmenas -como es identificado en países europeos- una de las primeras cosas que asociamos es la pérdida de la miel, creemos que las abejas fueron creadas para abastecernos de esta sustancia que tantas propiedades aporta al organismo, pero en realidad no es así, si las abejas llegaran a extinguirse, no sólo perderíamos la miel, sino hasta el mismo equilibrio natural y la oportunidad de aprovechar todo lo que nos ofrecen para mejorar la salud.

“La colmena es una farmacia”, dice el investigador José Luis Reyes y es cierto. De las abejas podemos aprovechar además de la miel, la jalea real, el propóleo, la cera, polen y hasta el veneno, en la apiterapia que es la curación de enfermedades o padecimientos a través de los productos de la colmena.

El investigador de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, tiene 30 años trabajando tanto la apicultura, que es la actividad dedicada a la crianza de las abejas, como en la apiterapia.

La miel, además de utilizarse para el consumo como fuente de energía o como tratamiento para enfermedades gripales por sus propiedades expectorantes, también puede ser empleada como tratamiento para el pie diabético, sin necesidad de consumirse, es decir como una emplasta para curar las heridas.

El propóleo, que se encuentra en los panales es otra sustancia con propiedades medicinales. El investigador explica que las abejas reúnen el propóleo de las yemas de algunos árboles; la yema puede dar origen a un fruto, brote u hoja, esas yemas de los arbustos ricos en resina tienen la sustancia; la abeja captura eso como captura el polen, lo traslada en las patas y lo mezcla con un poco de cera de la colmena para darle consistencia.

El propóleo lo usan para barnizar la celda donde la abeja reina va a poner su huevo, esa celda queda aséptica, es decir que no tiene gérmenes que puedan causar una infección, ya que lo utilizan para combatir problemas de virus y bacterias que ellas mismas tienen.

Es por eso que esta sustancia es empleada como un desinflamatorio y antibiótico natural. “Se dio el premio nobel de medicina en 2007 a que médicos australianos que descubrieron que la ulcera gástrica es producido por el hepilobacter pylori y sabemos que el propóleo es un antibótico que ataca esta bacteria, por eso para úlceras gástricas, problemas de gastritis, colitis, se usa el propóleo porque es un desinflamatorio natural”, explica.

El propóleo es de la sustancias de la colmena que tiene más propiedades, pues es asociada a 64 elementos diferentes de gran beneficio para la salud e incluso están relacionadas con propiedades anticancerígenas.

“Nosotros hemos estado dándole valor a las abejas desde el punto de vista de la polinización, desde el punto de vista de la miel, pero si le queremos poner precio, las abejas son invaluables”.

La apiterapia

Dicen que “veneno mata veneno” y se podría decir que así trabaja la apiteria, por ejemplo la miel con polen, es recomendada para las personas alérgicas para protegerlas “podemos producir antígenos contra los polenes que causan las alergias y al mismo tiempo nos ayudaría para problemas asmáticos, es como si nos estuviéramos poniéndonos una vacuna”, explica.

Comenta que la apiterapia es lo que más se le parece a la homeopatía, sin embargo en ésta última se da la curación de los iguales o semejantes, en cambio en la apiterapia si hay una articulación inflamada, se le pone un piquete de abeja porque es un inflamatorio, que sirve para desinflamar.

El veneno de abeja se ha descubierto que también tiene unas propiedades antivirales, incluso diferentes universidades están probando el veneno de abeja para el tratamiento contra el VIH.

En el caso de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, los principales pacientes son personas que padecen, artritis, artrosis, espondilitis anquilosante, lupus eritematosa, esclerosis múltiple, pero también se pueden tratar dolores de espalda, lumbalgias, hernias de disco, nervio ciático, parálisis facial y migraña, vitíligo, que son muy comunes.

El veneno de abeja se puede aplicar directamente con la abeja o a través de ungüentos elaborados a base del veneno.

Esta sustancia es de las más amplias en cuanto a su uso y para las personas que padecen las enfermedades ya mencionadas, el dolor de la picadura es mínimo ya que la sensación crónica que presentan por su condición es superior.

Casos de éxito

De manera religiosa, cada semana se puede encontrar en el Centro de Terapias Alternativas y Orientación a la Salud (CETAOS) que se encuentra en la Narro, a María Estela Izaguirre quien tiene 9 años con tratamiento a base de apiterapia por la artritis que padece en el dedo índice. La mujer cuenta que después de 3 años de tomar medicamento alopático, pero con escasos resultados, en un Congreso de Medicina Alternativa supo de las propiedades medicinales del veneno de abeja y decidió probarlo. La enfermedad no avanzó y actualmente acude una vez por semana para su tratamiento que consiste en dos piquetes de abeja.

Así como María Estela, Juana María Rodríguez que padece artrosis, decidió acudir para probar una terapia alternativa. Ella cuenta que ya no tenía movilidad en parte en el dedo pulgar de su mano izquierda y tenía que usar una manopla para inmovilizarlo. Después de probar esta terapia, recuperó la movilidad y el dolor desapareció, por lo que ambas la recomendaron ampliamente.

¿Dónde atenderte?

La apiterapia se aplica con éxito desde hace 5 años en el Centro de Terapias Alternativas y Orientación a la Salud (CETAOS) que se encuentra en la Narro, de martes a jueves, en un horario de 5 a 7 de la tarde.

De preferencia, piden que la persona interesada lleve ya el diagnóstico. De lo contrario, ahí se le puede hacer un estudio de iridología que es una valoración a través del iris del ojo que tiene un bajo costo.

La apiterapia que se da en la UAAAN donde el encargado es el investigador José Luis Reyes, es gratis, pues lo consideran como un servicio a la comunidad. Lo único que tiene costo es la miel o demás sustancias que la persona quiera adquirir, pero es mínimo. A la fecha la UAAAN tiene a más de mil pacientes atendidos.

Cabe mencionar que esta terapia no se contrapone con algún tratamiento que se esté llevando. Las únicas limitantes son: la insuficiencia renal, alergia al piquete de abeja o es diabética y ya usa insulina.

La miel y la polinización

Aunque mucho se habla del proceso de polinización de las plantas de los primeros grados escolares vale la pena recordarlo. Las abejas buscan el néctar de las flores y en el proceso recogen el polen, mismo que van depositando en las plantas. Las abejas cargan en un estómago especial llamado estómago de la miel, el néctar.

Cuando llegan a la colmena regurgitan (expulsan) la miel y la depositan en los panales.

Sin embargo, antes de depositarla en los panales, se pasan la miel de una abeja a otra y en ese camino le agregan enzimas, por eso cuando se consume la miel, no es lo mismo que el néctar. Si se consumiera miel, en lugar de azúcar, no habría diabetes porque no se requiere la insulina para procesarla.

Además las abejas son poseedoras de unas glándulas que producen cera, de las mejores por eso es ingredientes de cremas jabones lápices labiales de los mejores.

Una colmena se debe comer entre 10 y 12 kilos de miel para producir un kilo de cera. Además se estima que un tercio de la alimentación humana depende de la polinización de insectos.

Es por todo eso, que para José Luis Reyes es de suma importancia que la gente conozca lo que hacen las abejas, ya que considera que si las personas supieran la función y los beneficios, aprenderían a respetarlas mucho más y sobre todo a cuidarlas.