Un día de estos, me sorprendió saber que el tuerto, si nos apegamos al sentido original de la palabra, no es aquel que ha perdido la visión en un ojo, sino el que tiene la vista torcida, o sea, que los dos ojos no ven en la misma dirección y al cual vulgarmente le llamamos bizco (sin afán de ofender).
Debí haberlo imaginado, pues la palabra tuerto es participio irregular del verbo torcer, tomando en cuenta que el participio regular es torcido. El hecho es que a partir de esta observación me puse a cavilar sobre el verbo torcer y su primo hermano, el verbo tornar.
Tornar es dar vuelta y lo usamos igual que retornar, es decir volver, regresar. Un torno es una máquina simple que hace que algo dé vueltas, puede ser al fabricar un objeto redondeado de barro o uno de madera, porque hay tornos de muy diversos tipos y para muy diversos propósitos.
En una antiquísima palabra, se originan estos verbos que implican la acción de girar. Puede ser el giro de un torno o la gira de un artista que anda por el mundo presentando su espectáculo. De hecho, con frecuencia usamos la palabra francesa "tour" para indicar un viaje, o sea, cuando nos vamos "a dar la vuelta" a algún lugar distante de nuestra residencia y entonces nos convertimos en "turistas".
Incluso en algunos países utilizan la palabra "tourneé", proveniente también del francés y que se aplica a una gira que toca diversos puntos y termina volviendo al punto de partida.
Un tornillo es como un torno diminuto y se ensambla con una tuerca, lo que se logra, como aquel, dándole vueltas. El tormento y la tortura también son palabras derivadas del mismo tronco, pues generalmente se aplican dándole vuelta a un aparato fabricado especialmente para que el castigado sufra mucho.
Una competencia en donde todos los equipos juegan contra todos los equipos, o sea, que "dan una vuelta completa", se llama un torneo, y al que triunfa se le entrega un trofeo, palabra que, para no variar, tiene también el mismo origen.
Cuando tengo el cuello torcido me dice el médico que tengo tortícolis, o si estoy enfermo del estómago, me da un retortijón, palabra que el habla popular ha convertido en retorcijón, pero que -ya para qué le digo- tiene la misma procedencia.
Incluso esos pajaritos muy simpáticos que tienen la cualidad de girar la cabeza hasta casi los 180 grados les llamamos tortolitas, ya se imaginará usted por qué razón.
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Tania Rada pregunta: ¿Existen las palabras descambiar y transfundir? ¿Qué significan?
RESPUESTA:
Descambiar es deshacer un cambio o trueque. Transfundir es pasar un líquido de un recipiente a otro.
Me retiro con esta frase de Napoleón: El sabio busca la sabiduría. El necio cree haberla encontrado. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.