ES UNA TRANQUILA CIUDAD PERUANA
Confieso que siempre había creído que Jauja era una ilusión, porque oiga usted, encontrar un lugar en donde hay de todo y no hace falta nada, es algo fuera de la realidad. Hasta que un día me enteré de que Jauja existe.
Es una pequeña ciudad peruana, ubicada en el Valle del Mantaro, capital de la Provincia del mismo nombre, y que fue una de las primeras ciudades fundadas por los españoles que llegaron al Perú en el Siglo XVI.
En la época de la Colonia por su clima seco y su suelo fértil, Jauja cobró fama como un lugar beneficioso a donde se llevaba a los enfermos de tuberculosis para que se curaran.
Con el tiempo eso le hizo ganar fama de que era una ciudad de gran riqueza y la elevó al nivel que se le tiene actualmente como la tierra paradisíaca donde nada hace falta.
Así se explica la expresión ¡Esto es Jauja! que alguien dice cuando encuentra un lugar o situación donde hay mucha riqueza y buenas oportunidades de obtener grandes beneficios.
Otra expresión muy popular en el idioma de los españoles es "pelar la pava" que significa lo que en México decimos "echar novio". Se supone que la frase nació cuando una señora andaluza mandaba a su mucama a que pelara una pava, que en México se diría, a quitarle las plumas a una guajolota. La chacha hacía la tarea junto a la reja de una ventana para aprovechar el rato y echar romance con su pretendiente.
Cuando le ganábamos el lugar a un compañero y éste regresaba, alegábamos que "el que se fue pa' la villa, perdió su silla" y yo pensaba que era simplemente una rima popular. Ahora resulta que la expresión ya existía en España en el Siglo XVI cuando el arzobispo de Sevilla cambió el puesto a su sobrino, arzobispo de Santiago, que era incapaz de dominar a la ciudad gallega. Cuando quiso volver a su tierra el traicionero sobrino ya se había encariñado con el puesto y cínicamente le dijo "el que se fue a Sevilla perdió su silla".
Por último le cito otra expresión muy española que creó Lope de Vega en su obra Fuenteovejuna. Cuando el pueblo cordobés se hizo justicia por su propia mano, matando al tirano comendador, los investigadores preguntaban ¿Quién mató al comendador? y los ciudadanos contestaban a una sola voz: ¡Fuenteovejuna, señor!, frase que prevalece y se usa simbólicamente cuando algo se logra con la colaboración de un grupo de personas.
ESCRÍBALE A DON JUAN RECAREDO SU CORREO ES comodijo2@hotmail.com
PREGUNTA DEL PÚBLICO.
¿Es el autoestima o la autoestima? Verito Gzz.
RESPUESTA.
La autoestima es un sustantivo femenino.
Me retiro con esta reflexión Si quieres ser rico no te afanes en aumentar tus bienes sino en disminuir tu codicia. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.
Por: Juan Recaredo