En un típico pueblo tamaulipeco
Íbamos felices caminando por uno de los andadores de la plaza, saboreando un pegajoso algodón de azúcar. En el aire invernal, ondeaba el sonido del carrusel de los caballitos, revuelto con la recia voz de Vicente Fernández que salía de los altavoces aullando de qué manera te olvido, si te miro en cualquier gente…
Era la feria de Güemez, ese típico pueblecito tamaulipeco que festejaba ruidosamente el aniversario de su fundación. Fue más de 300 años atrás cuando Don José de Escandón, Conde de Sierra Gorda, lo fundó imponiéndole el nombre en deferencia al Virrey Juan Francisco de Guémez Horcasitas Aguayo, Primer Conde de Revillagigedo.
Nadie podía siquiera imaginar que, ni las celebridades nacidas en su suelo, ni la Iglesia de San Francisco de Asís, monumento arquitectónico del Siglo XVIII ni alguna otra de sus destacadas cualidades, lanzaría a la popularidad a este simpático terruño, como un personaje que ni siquiera se sabe si realmente existió: El filósofo de Güemez.
¿Qué hacía el Filósofo de Güémez? Si nos apegamos al sentido estricto de la palabra, el filósofo de Güemez no era un "amigo del saber", como es el riguroso significado de la palabra que viene del griego filos, saber y sofos, sabiduría.
El pseudofilósofo de Güemez era un ranchero decidor dicharachero que aplicaba sus esfuerzos a hacer y decir obviedades, frases y razonamientos tan obvios que por ese mismo hecho resulta inútil decirlas:
Donde todo sobra, nada falta…
Estamos como estamos porque somos como somos…
Insisto, lo que decía el "filósofo" de Güemez eran obviedades, no frases ingeniosas como tantas que algún escritor balín ha querido adjudicarle. Eso de que "algunos matrimonios acaban bien, otros duran toda la vida" o de que "el que se mete a político acaba como el gato que se mete por la chimenea: o se quema o por lo menos sale tiznado", esas son frases "ingeniosas" que no pueden haber salido del ingenio ficticio de nuestro personaje. En cambio…
Lo que está bien, no puede estar mal…
Las gallinas de abajo nunca van a zurrar a las de arriba…
Si para el día último no llueve, este mes ya no llovió…
ESCRÍBALE A JUAN RECAREDO: comodijo2@hotmail.com.
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Daniel Villegas. ¿Qué significa acracia?
RESPUESTA:
Ausencia total de gobierno.
AHORA PREGUNTO:
Con Cristóbal Colón, en su famosa expedición buscando llegar a las Indias, venían los hermanos Pinzón. Ese era su apellido y yo le pregunto a usted ¿Qué es un pinzón? a. Una herramienta. b. Una ave. c. Un crustáceo como el cangrejo. d. Un insecto.
RESPUESTA:
B. El pinzón es un pájaro del tamaño de un gorrión.
Me voy con esta reflexión: El matrimonio es la forma más rápida de ponerse gordo. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.
Por: Juan Recaredo
