Las naves no quemadas fueron barrenadas
Seguramente, usted ha oído -y no sólo oído, tal vez hasta empleado-, la expresión "quemar sus naves". Se usa al hablar de alguien que emprende algo difícil y riesgoso y quiere eliminar cualquier posibilidad de arrepentirse.
Se dice que esa persona "quemó sus naves" en alusión al conquistador Hernán Cortés, cuando decidió quedarse definitivamente en tierras americanas, que efectivamente, para ya no tener la tentación de regresar a España, lo que hizo fue destruir totalmente sus naves y así, si se arrepentía de su decisión, ¿cómo le hacía? Ni modo que tomara un vuelo de regreso si los aviones, uuuh, ni para cuando se inventaban.
Lo curioso del caso es que el tal Don Hernán no quemó sus naves. Lo que hizo fue barrenarlas para que se fueran a pique. Para el caso, el resultado es el mismo, pero no las quemó. Sería más adecuado decir que las hundió.
Otra curiosidad: Usted seguramente conoce a alguien que fuma un cigarro detrás de otro y le dicen que fuma como chacuaco, pero ¿sabe qué es chacuaco? Le voy a plantear la pregunta así: Si quiero ver un chacuaco, ¿a dónde tendría que ir? ¿A un zoológico, a la biblioteca para consultar un libro sobre la prehistoria, tendría que ir a un taller mecánico o a una fundición?
El lugar en el que sería más probable encontrar un chacuaco es una fundición, porque según el diccionario, el chacuaco es un horno que se usa especialmente para fundir minerales de plata, y como este aparato echa mucho humo, por eso se hace la comparación.
Otra más (me refiero a otra expresión): Cuando un varón se acerca a una dama y la llena de piropos, requiebros y lisonjas, o sea, que se la quiere conquistar pero a la chica le gusta otro galán, entonces lo que hace es mandarlo con cajas destempladas, es decir, que lo rechaza con firmeza.
Pero, ¿por qué se dice precisamente con cajas y por qué destempladas?
Ésta es una expresión castrense, es decir, de la vida militar. En el ejército, se les llama cajas a los tambores. Cuando se tocan las cajas o tambores, deben estar bien templados, o sea, con los cueros restirados hasta un punto adecuado para que suenen bonito.
Cuando un oficial del ejército comete una falta muy muy grave, se le declara indigno de su cargo, se le degrada y se le expulsa de la corporación. La ceremonia de la degradación es impresionante. En presencia de toda la corporación, otro oficial de alto rango le arranca las insignias al acusado y luego éste sale acompañado de un redoble de las cajas que previamente han sido destempladas, produciendo así un sonido discordante muy desagradable al oído.
Eso se hace para mostrar profundo y total desprecio al infractor.
ESCRÍBALE A JUAN RECAREDO: comodijo2@hotmail.com.
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Simón Chávez. ¿Cuál es la forma correcta, a la mejor o a lo mejor?
RESPUESTA:
Lo correcto es a lo mejor.
Me retiro con esta reflexión: Los vecinos que uno nunca ve de cerca son los vecinos ideales y perfectos. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.
Por: Juan Recaredo