En plena agitación electoral, la revista Time con sus 93 años de prestigio y sus tres millones de ejemplares de circulación, publicó esta semana un reportaje en donde destaca el poder y crecimiento económico de los latinos en Norteamérica.
Evidentemente el artículo lleva un blanco específico: poner en entredicho los dislates que ha pronunciado el candidato republicano Donald Trump en contra de los inmigrantes, en especial los mexicanos.
Según la revista la población hispana asciende actualmente a 55 millones de habitantes que representa el 17 por ciento de la población estadounidense, una cifra nada despreciable si se toma en cuenta que para 2060 el porcentaje de latinos llegará al 30 por ciento.
Se calcula además que entre los años 2010 y 2030, el 52 por ciento de las familias que adquieran una casa-habitación será de origen hispano. Este dato impresiona porque significa que las viviendas e incluso los vecindarios futuros habrán de orientarse al estilo de vida latino.
La investigación realizada por la periodista Tessa Berenson detectó que entre 2007 y 2012 los latinos abrieron nuevos negocios a un ritmo mayor -60 veces-que el resto de la población. En otras palabras, los hispanos ya no llegan sólo a emplearse sino también a abrir y desarrollar sus propios negocios.
En estados como California, Texas y Florida esta es una realidad que data de muchos años atrás. El capital hispano está cada día más presente en sectores claves como supermercados, bancos, restaurantes, construcción y comercio. Sólo en el sur de Florida el 31 por ciento de los negocios es propiedad de latinos.
Otro dato trascendente: en el año 2015 el poder de compra de los hispanos ascendió a 1.3 billones de dólares lo que representa el Producto Interno Bruto combinado de México, República Dominicana, Guatemala y el Salvador.
Durante 2015 los hispanos gastaron más de 27 mil millones de dólares en nuevos vehículos lo que representa el 11 por ciento del total del mercado automotriz norteamericano. En autos de lujo la compra por parte de latinos ascendió al 16 por ciento contra el 5 por ciento del resto de la población en los años 2013 a 2015.
Todavía más: uno de cada cuatro autos Toyota del modelo Corolla fueron adquiridos por hispanos el año pasado lo que evidencia el creciente poder de compra de nuestros paisanos.
Mientras Trump dice que los inmigrantes latinos "están tomando nuestros trabajos y nuestro dinero", la mayoría de los norteamericanos piensa diferente.
De acuerdo a una encuesta del Instituto Pew Research, el 59 por ciento sostiene que los inmigrantes fortalecen su país, mientras que un 33 por ciento afirma que son una carga. Estos porcentajes varían de acuerdo al partido, el 78 por ciento de los demócratas respalda a los inmigrantes contra el 35 por ciento de los republicanos.
Lo cierto es que los latinos representan el 15 por ciento de la fuerza laboral de Estados Unidos y van en aumento. El total de trabajadores indocumentados de países extranjeros asciende al 5 por ciento de toda la fuerza laboral norteamericana.
En el terreno político-electoral es donde no marchan los porcentajes como se quisiera. Actualmente 25.4 millones de latinos están registrados para votar, es decir el 17 por ciento del registro total lo que concuerda con el porcentaje de la población hispana.
Sin embargo, en 2012 votaron 11.2 millones de los latinos, es decir menos del 50 por ciento lo que estuvo por debajo del 57.5 por ciento del índice total de votación.
Este año podrían cambiar las tendencias, especialmente por la controversia que ha levantado esta elección presidencial por los ataques del candidato Trump en contra de los inmigrantes.
No por nada el empresario inmobiliario ha intentado acercarse a México y a la población latina de Estados Unidos, seguramente ya se dio cuenta de su fuerza económica y también política.
Por lo pronto la revista Time le mandó un mensaje directo y frontal, pronto veremos si se da por aludido o mantiene sus planes de construir un muro fronterizo, cobrar impuestos al envío de remesas y penalizar a empresas que inviertan en el extranjero, entre otras de sus atrocidades.
APUNTE FINAL
Finalmente, el Banco de la Reserva Federal mantuvo esta semana sin cambio las tasas de interés, pero advirtió que en diciembre podría elevarlas. Lo cierto es que la economía norteamericana y la mundial mantienen cierto estancamiento y no existen condiciones para aumentar el costo del dinero. El peso mexicano logró un respiro con la decisión de la Fed, sin embargo, seguirá tambaleando de aquí a finales del año si las autoridades mexicanas no desarrollan un plan convincente en favor de la economía y la moneda azteca.
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