Leicester empata en el último suspiro

Con un penal anotado por el delantero argentino Leonardo Ulloa en el quinto minuto de los descuentos, el líder Leicester rescató milagrosamente un empate de 2-2 frente a West Ham ayer.

Aunque vio cortada su racha de cinco victorias al hilo en la liga Premier, Leicester estiró a 8 la brecha sobre su escolta Tottenham, que hoy visita a Stoke. Leicester necesita sumar 8 puntos en sus últimos cuatro partidos para consagrarse campeón por primera vez en sus 132 años de historia.

"Siempre le pido a mis jugadores que se entreguen de alma y corazón hasta el final", indicó el entrenador de Leicester Claudio Ranieri.

En su estadio King Power, Leicester se complicó con la expulsión de su delantero Jamie Vardy a los 54 minutos, cuando trataba de sostener un 1-0 a favor. Esa ventaja se debió gracias al 22do gol de Vardy en la temporada, a los 18.

La expulsión irritó a Vardy, quien le apuntó con el índice derecho al árbitro tras recibir la tarjeta roja. Y es que el árbitro no sólo dejó pasar un penal contra Vardy, sino que supuso que el máximo goleador de Leicester fingió haber sido víctima de una infracción.

Esencialmente, el resultado se decidió en dos penales otorgados y otro no pitado a los 54 minutos cuando el juez supuso que Vardy fingió haber sido víctima de una infracción.

Leicester, protegió la ventaja hasta los 84 minutos, cuando Andy Carroll empató de penal. Ese fue el primer gol concedido por el arquero del Leicestar Kasper Schmeichel después de 574 minutos con la valla invicta.

Esos minutos finales fueron vertiginosos. A los 86, Aaron Cresswell puso en ventaja a West Ham y todo pareció perdido para el gallardo puntero.

Pero bien avanzado el tiempo de descuento y cuando todo parecía decidido, el árbitro Jon Moss dictaminó que Carroll cometió infracción contra Jeffrey Schlupp en el área, y el argentino Ulloa empató de penal.