El Leipzig está sorprendiendo en la Bundesliga alemana, lidera la Liga con 33 puntos y está invicto tras 13 partidos. (Archivo)
Amor u odio. Parece que no hay un punto medio con el Leipzig.
El vertiginoso ascenso del club hasta la cima de la máxima categoría del futbol alemán provocó un acalorado debate sobre la importancia de la tradición, el orgullo y el comercialismo en el deporte favorito en Alemania.
Fundado en 2009, Leipzig encabeza la tabla de posiciones de la Bundesliga con tres puntos de ventaja sobre Bayern Munich, después de comenzar la temporada con una racha invicta de 13 partidos, incluyendo victorias en sus ocho últimos compromisos.
Semejante éxito ha provocado bastante ira. El autobús de Leipzig ha sido atacado con piedras y pintura, sus jugadores han sido objeto de burlas y provocaciones, y hasta les lanzaron la cabeza de un toro durante un partido de copa contra Dínamo de Dresden.
Los hinchas de equipos rivales critican que Leipzig pudo escalar posiciones en el fútbol alemán gracias al dinero de la firma Red Bull y su cofundador Dietrick Matesxhitz. El magnate austríaco compró al equipo de quinta división SSV Markranstaedt, le cambió el nombre y le puso los emblemas de la firma de bebidas energéticas, y financió su rápido ascenso desde las divisiones inferiores.
Pero ni siquiera Mateschitz podría haber esperado que, siete años después, Leipzig sea el líder de la primera división. Nadie en el club imaginó un inicio de temporada tan exitoso, después de terminar en segundo lugar en la segunda división la temporada pasada.
"Para nada. También es una sorpresa para nosotros, ya que venimos de la segunda división", dijo el técnico de Leipzig, Ralph Hasenhauettl, en una entrevista.
Casi asegurada la permanencia en la Bundesliga, Leipzig puede dedicarse soñar con igualar la gesta de Kaiserslautern, que en 1998 ganó el título de la máxima categoría en su primera temporada tras lograr el ascenso.
Sin embargo, el director deportivo Ralf Rangnick quiere mantener los pies sobre la tierra.
"Tenemos que ser cuidadosos de no caer en la zona de descenso, y estoy seguro que eso no sucederá esta temporada", dijo Rangnick.
Con la chequera de Red Bull, Leipzig gastó 50 millones de euros en el mercado de transferencias del verano pasado, una cifra que sólo fue superada por Bayern y Borussia Dortmund en Alemania.
Algunos críticos en Alemania consideran que el club es una mera plataforma para promocionar a Red Bull, y lo ven como un equipo "artificial" comparado con los más tradicionales de la Bundesliga.
"Aki Watzke dijo hace un par de semanas que sólo estamos vendiendo latas", dijo Rangnick, refiriéndose a las críticas del director ejecutivo de Dortmund. "No importa para nada cuántas latas (de Red Bull) vendamos. Eso no tiene nada que ver con lo que hacemos nosotros".
Rangnick indicó que los futbolistas jóvenes son la clave del éxito de Leipzig, e incluso bromeó que estrellas como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo son "muy viejos" para Leipzig.
El club fichó a siete jugadores en el verano, incluyendo al cotizado extremo escocés Oliver Burke, de 19 años. Sólo un jugador era mayor de 22 años, y se trataba del zaguero griego Kyriakos Papadópoulos, de 24. El mediocampista Naby Kieta, de 21 años y quien llegó del club hermano Red Bull de Salzburgo, se ha convertido en la figura del plantel.