Milos Raonic tuvo un problema en la ingle a finales del tercer set. (AP)
Después de la vibrante semifinal del Abierto de Australia, que se llevó el británico Andy Murray sobre el canadiense Milos Raonic, el vencedor admitió que la lesión del estadounidense fue clave para tomar el control del encuentro.
Antes del infortunio ocurrido en el tercer set, el partido era un vaivén y los espectadores se deleitaron con un alto nivel de tenis. En los primeros sets parecía ligeramente superior el preclasificado número 13, sin embargo, la lesión del abductor de la pierna mermó notablemente su intensidad.
Cuando Murray fue cuestionado respecto a las dos fases en el juego, antes y después de la molestia en la pierna de su adversario, remarcó que no le sorprendió el nivel del tenista al que se enfrentaba: "Lo vi jugar mucho aquí en Australia y sabía que venía jugando bien".
Sobre lo que hizo con su rival decayendo en cada set, dijo "obviamente si la lesión le afectó significativamente al final es duro, especialmente en este escenario y en este evento".
Raonic calificó las circunstancias del partido como "rompecorazones". El canadiense se mantiene positivo, pues afirmó "me encuentro en mejor forma que hace 18 meses cuando alcancé mi primera semifinal en Grand Slam (Wimbledon 2014)".
Sobre las repercusiones que pudiera tener su lesión, Raonic no ha buscado una opinión médica.