El Zenit de San Petesburgo ha estado involucrado en algunos resultados que han causado la controversia. (ARCHIVO)
A dos años de organizar la Copa del Mundo, más encuentros de liga en Rusia se realizan en estadios relucientes. Pero un viejo problema persiste.
La campaña actual ha sido empañada por polémicas decisiones arbitrales, y las disputas que esto conlleva han erosionado a tal grado la confianza que el máximo dirigente del futbol ruso mencionó la idea de invitar a silbantes extranjeros para que se encarguen de los partidos importantes. Los árbitros rusos rara vez son seleccionados para pitar en cotejos internacionales de relevancia.
Los antecedentes de amaño de partidos en Rusia implicaron que los hinchas manifestaran sospechas luego que el árbitro Sergei Ivanov tomó varias decisiones controversiales a comienzos de este mes en un duelo entre Spartak de Moscú, líder de la liga, y Zenit de San Petersburgo.
Spartak, que cayó por 4-2 debido en parte a dos penales sancionados a favor del Zenit, exigió una suspensión para Ivanov.
Ambos clubes publicaron compilaciones de supuestas fallas arbitrales en favor del rival. El principal árbitro de la Unión Rusa de Futbol, Valentin Ivanov, renunció abruptamente al cargo, sin dar explicaciones. Valentin Ivanov no tiene parentesco familiar con Sergei.
Mircea Lucescu, técnico del Zenit sugirió que la "paranoia" sobre los árbitros sólo significaba que el Spartak carecía de la concentración para ganar el título.
El sábado, Spartak superó 1-0 a Rostov, que finalizó con 9 hombres y tronó contra el árbitro Bezborodov. Gatcan, capitán del Rostov, sugirió que Bezborodov enfrentaba presiones para favorecer al Spartak.
"Spartak lloriqueó y obtuvo un resultado", secundó su compañero Timofei Kalachev.