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Lo peor de Trump

Satiricosas

MANÚ DORNBIERER

Si un ser aberrante como Donald Trump ha podido ser tomado en serio hasta erigirse en candidato a la presidencia de Estados Unidos, es que ya la prevista decadencia del imperio está muy avanzada y no tiene remedio. No sólo es una caricatura. Leer un poco más a fondo lo que dice, como lo dice, lo que ha hecho, lo que cree, ya no da risa: es aterrador pensar que Estados Unidos puede imponerle al planeta algo semejante.

Sus motivaciones resultan tan alarmantes como sus propósitos. Ni la menor autocrítica, ni la menor conciencia del mundo. No hablemos de dialéctica, sino de simple reflexión: no sabe qué son.

Pero lo peor de Donald Trump es la empatía con sus millares de seguidores. Significa que hay miles como él, que la actual generación de ciudadanos estadounidenses son como él. Hay quien piensa que simplemente conoce de qué pie cojean sus compatriotas y aprovecha el conocimiento para atraerlos y aglutinarlos. Racistas hasta los tuétanos, xenófobos natos.

Son materialistas como nadie. El fenómeno Trump recuerda al nazi, sólo que Hitler, con características similares y nefastas, que devendrían terriblemente criminales, genocidas y todo lo que se quiera, ofrecía sin embargo a sus millones de adeptos metas menos pedestres que Trump a sus ignaros fans.

"Quiéranme porque soy muy rico", dice exaltando, como si hiciera falta, el galopante materialismo, la adoración del dinero que profesan las sociedades modernas, partiendo del ejemplo gringo. Confiesa abiertamente su propio racismo porque sabe que por lo visto es una característica común hoy en Estados Unidos, otra vez.

Proviene desde luego del color de la piel. A la gente primitiva y vanidosa como él, el "natural" racismo le viene de la raza blanca a la que pertenece y que siempre se ha sentido a sí misma como superior. Se sentían superiores los pelados españoles del siglo XV que invadieron lo que es hoy México y daban por sentado que los nobles indígenas, con mayor cultura y conocimientos, por su sólo color de piel, eran inferiores.

Por eso destruyeron las culturas originales y las dejaron en ruinas. La población indígena de México está todavía pagando la cuenta y jamás le han hecho justicia ni dado indemnización alguna por haberle robado el país.

La Cruz fue una manera de camuflar la verdad. Jamás se les ocurrió pensar a los españoles que los indios y ellos habían sido creados por el mismo Dios, al que no le resultó muy bien esta versión de humanidad francamente. Ese dios a cuyo hijo pintan rubio y de ojos azules cuando provino de un grupo humano del oriente medio de características raciales diferentes.

Hay varias razones además del racismo para el odio manifiesto de Trump a los mexicanos (y a otros muchos) de los que se expresa en forma tan pueril. Cree que el dinero lo puede todo y las más de las veces es posible que así sea, pero no siempre.

En una portada de la revista Forbes, Donald Trump denunciaba: "No hagan negocios con México". Y aseguraba haber ganado una demanda que no pudo cobrar por el corrompido sistema judicial.

Puede tratarse de una demanda por la construcción de playas "privadas" en Cozumel, que quería hacer ¿o hizo?, playas privadas para los hoteles Hilton y la familia Barbachano en la isla, pero no sabe por lo visto que en México la Constitución las prohíbe. En cuanto al sistema judicial corrupto, ni quien lo niegue.

Otra de sus razones para el odio a México es la conocida cornamenta que le aplicó un mexicano con su exesposa, que sería según algunas versiones muy esparcidas el verdadero padre de su hija Ivanka.

 DE BERLÍN'

Quiere construir, al fin constructor de oficio, un muro de tres mil kilómetros a lo largo de la frontera México - USA, copiando a los comunistas a los que detesta, y para subrayar la necesidad de que el purísimo territorio estadounidense no sea invadido "por latinos", cuando lo cuestionan al respecto, como niño berrinchudo, insiste "Y también haré otro, entre Estados Unidos y Canadá porque los canadienses son "snow mexicans" (mexicanos de nieve).

Según un correo circulante, un gringo viejo que es el dueño de Home Depot sería el encargado de la construcción de la inmensa obra. El firmante exasperado llama a boicotear a la tienda en cuestión:

"Este "señor" se llama Bernie Marcus y es el fundador de Home Depot en donde he comprado y gastado mi dinero para remodelaciones adaptaciones construcciones, mantenimiento etcétera, etcétera... ayer me enteré que es patrocinador de Donald Trump y dice que él será el principal promotor y responsable de la construcción del muro entre México y Estados Unidos. Yo declaro que a partir de hoy 14 de junio de 2016 ya no compraré en Home Depot. A partir de hoy compraré en donde sea, ferreteras mexicanas, Lowes, Construrama, etcétera, etcétera, pero no le daré un peso más a este racista empresario xenofóbico...

Creo que todos los mexicanos deberíamos unirnos en esta causa y que este viejillo antimexicano sienta los millones de dólares que ya no le van a entrar a sus cuentas bancarias procedentes de México... Compartan... que todo México, Latinoamérica y el mundo se entere #FuckDonaldTrump #FuckHomeDepot"

librosdemanu@gmail.com

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