Espectáculo. Gran concierto ofreció ayer el jazzista Luis Bonilla y su cuarteto en el Martínez. (RAMÓN SOTOMAYOR)
Con un beats de marcados ritmos latinos, el trombonista californiano Luis Bonilla y su cuarteto, iniciaron el octavo concierto del ciclo New York Jazz All Stars 2016 anoche en el Teatro Isauro Martínez, un paseo caribeño que además en palabras el propio músico, fue compuesto por su sobrina.
Aún cuando durante las tres primeras obras del jazzista, la marca de ritmos como la salsa y el son estuvieron marcados, sobre todo por piano y batería, algunos guiños del trombón, dejaron ver de manera clara la fusión contemporánea a la que está acostumbrado el grupo.
Una agrupación que no sólo mostró técnica, ni un particular sonido, propio de los jazzistas que acostumbran a tocar de manera permanente con una banda. Demostrado quedó por qué el músico neoyorkino ha sido dos veces nombrado trombonista del año, además de condición y técnica, Bonilla presumió actitud para interpretar.
La calidad del resto de los integrantes del cuarteto quedó probada a manera de presentación; dos veces Andrew Mc Kee, le sacó brillo al contrabajo, hasta se dio el lujo de tocar con arco y robarse el aplauso de los asistentes. Gran baterista John Riley, sobrio y preciso; y en el piano Bruce Barth, quien no se quedó atrás en ningún momento del concierto, quien también experimento con el piano de cola y un sintetizador.
"Me siento muy bendecido por poder venir a tocar y traer esta música a ustedes, pensamos que lo hacemos a través del lenguaje universal, así esperamos traer el mensaje de un mundo sin fronteras, una misma casa para todos", dijo durante el concierto el músico invitado, quien además tocó, dentro de su repertorio una de las obras que compuso a su hija. Al igual que varias obras de su más reciente material discográfico.
Un músico motivador
Durante la charla que ofreció ayer en el Teatro Isauro Martínez, el trombonista Luis Bonilla, además de compartir con los jóvenes sus experiencias y contactos con el género que interpreta, buscó explicar a los asistentes la forma de integrar los conocimientos técnicos a la creatividad musical, algo que según él mismo, le ha costado mucho trabajo, pero le ha permitido llegar a los escenarios más importantes de la música. Bonilla, fue seleccionado trombonista del año en 2012 y 2013 en la encuesta anual de los críticos de la revista Downbeat en la categoría de Rising Star, durante la máster class, también interpretó varios fragmentos de obras suyas.
