Manuel Morales acaba de cumplir sus 15 años el pasado 16 de agosto de este 2016. El joven es originario de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas y a su corta edad, se ha convertido en la inspiración de miles de personas enfermas que como él, buscan su sanación a través de la fe.
Fue en febrero de este año, que "Manuelito", como le dice su padre de cariño, fue el primero en tomar la palabra para dar su testimonio de vida al Papa Francisco, en el marco de su visita a aquella entidad y a otros estados del país.
"Le comparto algo de mi vida personal, antes caminaba, corría, jugaba como todo niño, pero a los 5 años empecé a caerme, se dieron cuenta mis papás. Tengo distrofia muscular, fui perdiendo fuerzas en todo mi cuerpo hasta que quedé en silla de ruedas, me puse muy triste al ver que no podía caminar ni jugar", manifestó el joven en aquél entonces al Santo Padre.
Ayer, Manuel, acompañado de su familia, estuvo en la edición número 20 del Encuentro Nacional de la Unión de Enfermos Misioneros (UEM) que se celebró en Torreón.
"Es una bendición que Dios lo tome como un instrumento para que refleje en él un mensaje de esperanza.
Creo que Manuel está bendecido al igual que toda mi familia, enseñándole el rostro de Cristo", expresó Joaquín Morales, padre del adolescente. Ayer, previo a la eucaristía a los enfermos que se realizó en la parroquia de Cristo Rey, el joven y su familia, brindaron su testimonio a los fieles católicos.
Pese a que su enfermedad es genética y hasta el momento no se ha encontrado alguna cura, Manuel y su familia no pierden la fe. Dicen que Dios les dará una bendición.
