El gobernador Héctor Astudillo consideró que el edil no tomó las precauciones necesarias aun cuando hace 20 días denunció que fue amenazado de muerte por un grupo delictivo. (ARCHIVO)
El alcalde perredista de Pungarabato, Ambrosio Soto Duarte, fue asesinado junto a su chofer en una emboscada, pese a que lo escoltaba una patrulla de la Policía Federal. Aunque los agentes repelieron el ataque y mataron a uno de los agresores, dos uniformados resultaron heridos y tuvieron que ser trasladados a un hospital de la Ciudad de México.
El gobernador Héctor Astudillo consideró que el edil no tomó las precauciones necesarias aun cuando hace 20 días denunció que fue amenazado de muerte por un grupo delictivo, dos días después de que asesinaron a su primo y chofer, Sebastián Soto Ramírez.
"Contaba con protección de la Policía Federal y del estado. Sus demandas fueron atendidas con oportunidad, por lo que llama la atención que haya realizado el viaje a sabiendas de que fue amenazado -como él mismo lo señaló- por un grupo delictivo. Y que dicho viaje lo haya hecho en horas inconvenientes, en una zona de alta peligrosidad", dijo Astudillo.
El hecho ocurrió a las 22:30 horas del sábado, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública estatal, en el punto conocido como Las Curvas del Cajón, en el tramo entre San Lucas, Michoacán, y Ciudad Altamirano, Guerrero, cuando el alcalde regresaba de su refaccionaria en Huetamo.
Astudillo aseguró que desde el 27 de octubre se contempló a Pungarabato en un operativo que coordina la Policía Federal. No precisó si los federales que salieron de Tierra Caliente para atender el conflicto magisterial en Chiapas y Oaxaca, regresaron a vigilar la región donde la PGR había confirmado la presencia de Los Caballeros Templarios y La Familia Michoacana.
