Ningún estudio ha otorgado facultades determinadas a una raza concreta, que otra no pueda tener. (ARCHIVO)
A la hora de decidir sumar un perro a su familia, seguramente habrá escuchado recomendaciones sobre elegir determinada raza de acuerdo a lo que desee; sin embargo, pese a la creencia popular, realmente esta decisión debería obedecer más a un gusto que a una necesidad.
El club canino del Reino Unido, el más antiguo del mundo, estableció diferentes categorías de perros hace años, recurriendo al uso que cada raza tenía en el mundo en el siglo XIX.
Perros de caza, sabuesos, pastores, terriers, de juguete, de trabajo y de utilidad, fueron las categorías asignadas.
Aunque esta clasificación se mantiene actualmente como referencia, es bien conocido que los perros ya no se usan para el propósito original de cada categoría, por lo que elegir uno en base a ella podría dar lo mismo que hacerlo diferente.
Esto se debe además a que ningún estudio ha otorgado facultades determinadas a una raza concreta, que otra no pueda tener, por lo que, tal y como señalan los especialistas, asociar características a una u otra, podría ser sólo una cuestión de percepción humana.