Foto: Archivo Siglo Nuevo
La meditación poco a poco ha ganado terreno en el mundo occidental, ha dejado atrás sus orígenes religiosos y ha sido adaptada como método de escape para el estrés cotidiano de la actualidad.
La Real Academia Española define la palabra 'meditación' como la acción y efecto de meditar, verbo que a su vez significa pensar atenta y detenidamente sobre algo. Sin embargo, esta acepción no concuerda con el concepto que la mayoría de la gente tiene en mente acerca de esta práctica cuyo origen se sitúa generalmente en las culturas orientales, y que hoy en día está muy en boga en el mundo occidental.
UNA MODA
Se cree que la meditación se practica en países orientales desde hace tres mil años, y por mucho tiempo ha formado parte de algunas religiones, como el budismo, el judaísmo y el islam, que la incluyen en mayor o menor medida entre sus actividades; no obstante, en la era moderna, en continentes como Europa y América, se ha ido desprendiendo de su sentido espiritual para constituirse como una técnica que puede utilizarse de forma terapéutica, toda vez que, se asegura, beneficia a la salud mental y física.
Se puede decir que el carácter terapéutico de la meditación está enmarcado en la expansión del movimiento denominado New Age, el cual conjunta diversas creencias o técnicas relacionadas con la exploración espiritual, la medicina holística o el misticismo, entre otras. Los primeros pasos de la meditación en el mundo occidental, se dieron con la expansión del budismo a esta región del mundo; más tarde, con el auge del yoga como método de ejercicio, más personas se acercarían a ella.
Así, mientras que para Osho, filósofo, místico, orador, líder espiritual indio, la meditación es un estado de observación acrítica de los contenidos cognoscitivos. Es un medio de descondicionamiento, por lo que los orientales le conocen como el camino hacia la liberación o a la iluminación, para Occidente no es más que una práctica cuyo objetivo es que mediante entrenamientos, las personas encuentren la relajación del cuerpo y la mente en un estado máximo de concentración.
No está de más decir que la meditación que está de moda, la practicada por personas no religiosas, envuelve un conjunto de recursos combinados de varias religiones que la utilizan, como lo son el budismo y el hinduismo.
BENEFICIOS
Parece predominar una convención positiva con respecto a la meditación. Todas las religiones que practican la meditación, coinciden en que su uso es para “la compresión del mundo o la sanación del ser”, es decir, que es utilizada para llevar a un bien al individuo que la utiliza.
Pero desde la ciencia también se ha comprobado que la meditación es útil para la salud física y mental. En el artículo La meditación como proceso cognitivo-conductual, los investigadores Andrea Musso y Guido Aguilar, enlistan una gran cantidad de beneficios de esta práctica.
Señalan, por ejemplo, que disminuye la ansiedad y el estrés de manera tan efectiva como la relajación y otras técnicas cognitivo-conductuales; reduce la frecuencia e intensidad de los pensamientos negativos, así como el enojo; contribuye al desarrollo de valores positivos de la autoestima y a la autorrealización, para combatir el insomnio, la depresión y el uso de drogas. Ayuda también a una mejor adaptación al trabajo y a reducir la fatiga, reduce el dolor crónico, alivia la migraña. Aumenta la memoria y la absorción de la información, la atención y el proceso de discriminación para la toma de decisiones.
El artículo cita estudios que han demostrado que la meditación tiene efectos psicofisiológicos, por ejemplo, de tal forma que se le atribuyen beneficios como la reducción de la presión sanguínea y de los niveles de colesterol, la disminución de los niveles de la hormona del estrés y la oxidación celular, la regulación de patrones específicos de actividad cerebral y la mejora los indicadores de salud general en los pacientes.
Se ha encontrado también que el porcentaje de metabolismo basal se reduce significativamente durante la meditación, por lo que se sugiere que incluso los niveles de azúcar en sangre podrían controlarse mediante esta técnica.
Además, así como la meditación, en sus diferentes modalidades, resulta beneficiosa para la reducción de determinados síntomas, tiene también un importante uso preventivo. De tal forma que puede ser utilizada para prevenir múltiples enfermedades como la hipertensión arterial, el endurecimiento de arterias, infartos cardíacos y como procedimiento para prevenir recaídas en el tratamiento del alcoholismo, tabaquismo y otras adicciones.
Debido a todos estos efectos positivos, la meditación permite desarrollar un estado de equilibrio y autocontrol, aseguran Musso y Aguilar, que son un buen comienzo para la búsqueda del cambio productivo, del bienestar y una buena calidad de vida.
RECOMENDABLE
Para, Azucena, la meditación se ha vuelto parte de su día a día. “Inicié (en la meditación) con un grupo al que llegué casualmente a través de un maestro. Me llamó la atención porque es una manera de autocontrol y disciplina, te ayuda a concentrarte y además te relajas”, señala.
Para ella, se trata de una práctica cien por ciento recomendable. “Las personas deberían dedicarse tiempo a ellas mismas, y creo que esta es una actividad excelente para eso, pues también les ayuda a ponerse en contacto con su cuerpo y sus sensaciones”.
Aún así, reconoce que no es tan sencilla como parece, y cuenta que el inicio de su camino por estas técnicas milenarias tuvo cierto grado de complicación. “No estás acostumbrado a dejar tu mente en blanco; generalmente siempre tenemos pensamientos retumbando en la cabeza”.
CLASIFICACIÓN
No existe una tabla de clasificaciones de tipo de meditación, sin embargo, a decir del fisioterapeuta Jeremy Holmes, las técnicas pueden ser clasificadas por su enfoque. Existen las que se enfocan en el campo de percepción y la experiencia, mientras otras se enfocan en un objeto determinado.
Algunas de las técnicas, como la meditación mantra, buscan la estimulación del sistema endocrino, otras, como la kabbalah, buscan el acercamiento de la persona con la divinidad y algunas más remediar enfermedades, hacer crecer el intelecto o la concentración.
Ninguna de las técnicas, llevará al sujeto a un “plano superior” de la noche a la mañana, a decir de los expertos practicantes, pueden pasar años para que una persona llegue a estados espirituales máximos. Sin embargo, al pasar de unos meses se pueden notar cambios en la concentración y reducción del estrés de manera significativa.
ALGUNOS INCONVENIENTES
No obstante los múltiples beneficios que trae a la vida de las personas practicar la meditación, no se puede dejar de mencionar que existen casos extremos de personas que se han visto afectadas de manera negativa tras la práctica (de forma intensiva).
BBC Mundo, difundió hace algunos meses el caso de una joven parisina que sufrió un fuerte caso de despersonalización, un fenómeno en el que la persona es incapaz de reconocerse a sí misma, tras una sesión de 10 días de intensa meditación donde tenía prohibido incluso hablar con otras personas presentes.
Como el caso de la joven, existen otras personas, que se han visto fuertemente afectadas luego de una sesión intensiva. Algunos han presentado cuadros psicóticos, depresión, pensamientos de suicidio, suicidio entre otros problemas.
En ese sentido, lo más recomendable es informarse bien antes de comenzar a utilizar la meditación de forma terapéutica, hacerlo de la mano de personas preparadas y tener claros los objetivos que se quieren alcanzar.
Correo-e: alexis@elsiglo.mx