Columnas la Laguna Columnas La Laguna Editorial

METÁFORA CIUDADANA

DE AQUEL DÍAZ A ESTE PEÑA

DR. LUIS ALBERTO VÁZQUEZ ÁLVAREZ PH.D.
“Más vale un fin espantoso, que un espanto sin fin”.

— Frase utilizada en el movimiento estudiantil de 1968

El 2 de octubre de 1968; el ejército penetró por tres costados la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco. Ahí se realizaba un mitin del movimiento estudiantil que ya tenía más de dos meses de trastocar a todo el país. Desde el edificio Chihuahua, un grupo élite del mismo ejército, llamado "Batallón Olimpia", integrado por jóvenes soldados vestidos de civiles infiltrado como estudiantes, empezó a disparar sobre los asistentes y sobre los propios soldados; según esto, el general responsable de la masacre, José Hernández Toledo, se dijo, aunque pocos lo creyeron, había resultado herido de bala bumerang de grueso calibre en la espalda, cuando se dirigía a los asistentes, con megáfono en mano para pedirles se retiraran; pero supermanamente, al día siguiente dictaba una rueda de prensa y se recuperó en dos días de herida y operación. El corresponsal de la BBC de Londres, Julián Petiffer, testigo presencial, mencionó en un despacho noticioso que «en una destacable demostración de estupidez, brutalidad, o ambas juntas, el ejército y la policía de México pasaron fuego de ametralladoras por miles de manifestantes pacíficos y gente que iba de paso por el lugar...».

Durante los días del movimiento estudiantil y popular, los medios de comunicación se dedicaron a destruir la imagen juvenil involucrada en las acciones de protesta; con noticias protegían al gobierno de un sistema político podrido y putrefacto; las dádivas generosas de Gustavo Díaz Ordaz replicaron la versión de que no eran estudiantes los que actuaban, sino grupos de infiltrados, quienes hacían el daño al prestigio del país. Vale la pena destacar que jamás estuvo en peligro la estabilidad del gobierno, las peticiones eran simples y no afectaban la estructura política; más atentaban contra el orgullo priista de una estabilidad perfecta. Es importante destacar que el presidente de la república si tuvo la hombría de salir a hablar del problema, no se escondió en un baño ante la crisis. En Guadalajara, Díaz Ordaz ofreció: "una mano está tendida; es la mano de un hombre que a través de la pequeña historia de su vida ha sabido ser leal. Los mexicanos dirán si esa mano se queda tendida en el aire"; y semanas más tarde, cuando los estudiantes respondían que sí al diálogo, pero abierto, la respuesta fue la masacre del 2 de octubre con más de 400 muertos.

Muchos líderes estudiantiles fueron encarcelados acusados de delitos inexistentes ridículamente fabricados, que eran espías que buscaban la no realización de las olimpiadas. Siempre he creído que la historia no se repite, pero si genera espirales que pueden hacer parecerse hechos actuales con acontecimientos del pasado. Sin embargo, para 1968 no se habían cometido los crímenes de lesa humanidad que de diciembre de 2012 a hoy se han realizado contra el pueblo indefenso.

Las versiones oficiales incriminaban a los estudiantes de haber utilizado armas de fuego y ser quienes dispararon contra el pueblo; la historia se ha encargado de aclarar tales patrañas y dejar a cada asesino en su lugar, aunque el sistema priista, hasta hoy mismo no solamente justifica, sino que pregona que tan brutal acto fue necesario; que el combate surgió entre dos grupos estudiantiles; la milicia nunca había disparado...

El domingo pasado, en una parodia similar al 68, hubo varios muertos, esta ocasión en Nochixtlán, Oaxaca; tampoco está preciso el número de fallecidos de este reciente crimen de estado; una vez más, las humildes fuerzas gubernamentales fueron masacradas por los feroces asesinos populares, también hubo infiltrados que causaron las muertes, Una vez más, los elementos del gobierno sufrieron estoicamente agresiones sin responder a ellas; recibieron balas y golpes, casi, casi indefensos. Lo que sí está clarísimo es que sólo una de las partes portaba armas en ambos casos.

El problema magisterial se ha prolongado demasiado, no se trata de dar la razón a nadie, lo que se busca es la tranquilidad del país, pero ante la necedad de los líderes de la CNTE y soportando ineptitud y berrinches del niño Nuño, secretario de Educación que no quiere ver el repudio nacional a su actitud; se demuestra que no existe interés en solucionarlo; por ello nada surge de las famosas "mesas de diálogo"; más bien parece que lo que se busca es una auténtica "solución Final" hitleriana que elimine a todos los que se manifiestan contra el gobierno. El actual presidente posee vocación neronesca que deviene desde su época de gobernador; en mayo de 2006 tras la masacre de Atenco; con profundo odio manifestó: "Yo diría que, en términos generales, el saldo del operativo fue positivo, fue favorable, porque permitió alcanzar el objetivo, que era restablecer el orden". Llamó mentirosas a las mujeres que por decenas, fueron violadas por la policía mexiquense.

Más tarde, ya como ejecutivo nacional declaro respecto del holocausto de Ayotzinapa: "... hemos advertido que al amparo de este dolor y del sufrimiento de los padres de familia y de la consternación social que hay por los hechos de dolor y de horror que de acuerdo con la investigación se tuvieron en Iguala, hemos advertido los movimientos de violencia que al amparo y escudo de esta pena pretende hacer valer protestas. No nos vamos a detener...".

Quienes vivimos la experiencia desastrosa del 68 en toda su crueldad, sabemos que el PRI diazordacista no ha cambiado, que es el mismo PRI peñista; por ello a lo largo de todo el país ya se generalizan protestas y apoyos a los grupos ciudadanos que luchan contra la dictadura; evitemos otra masacre como las de Iguala, Tlatlaya, Apatzingán y hace unos días en Nochixtlán, tomando conciencia de la problemática nacional.

Es bien sabido que todo conflicto, por brutal que sea, deriva finalmente en un cambio sustancial; de la revolución cultural y política de 1968, surgió un México diferente, generaciones comprometidas con la democracia. De este actual, algo deberá florecer, un cambio radical en beneficio de los mexicanos, seguramente una conciencia ciudadana que enderece la destrozada barca nacional a la deriva y enfilemos, como nación, hacia confines más humanos. Prueba de esta afirmación es la vuelta atrás con parte de la fatídica ley 3de3; hermosa construcción ciudadana convertida en Frankenstein por el congreso. Los ciudadanos sí, en verdad, podremos mover a México; tomemos el único camino válido y efectivo: la participación activa en las organizaciones de la sociedad civil organizada, actuemos apoyándolas e integrándonos a ellas.

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Escrito en: Metáfora ciudadana

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