¿PERDONARÁ LA HISTORIA A SANTA ANNA Y A SUS ÉMULOS?
Cuando un pueblo se ha vuelto incapaz de gobernarse a sí mismo y está en condiciones para someterse a un amo, poco importa de dónde procede éste.
Jorge Washington.
Uno de los ejemplos más típicos de engendro malévolo gubernamental fue Antonio López de Santa Anna: un militar virreinal que persiguió a los insurgentes hasta que Agustín de Iturbide lanzó el plan de Iguala; entonces, intuyendo el fin de la colonia, se sumó a la independencia y juró fidelidad a Iturbide; más tarde se levantó en armas contra él y de ahí en adelante se dedicó a criticar y realizar asonadas contra toda autoridad, lo mismo liberales que conservadores.
En 1836 dirige la guerra contra Texas; después de la toma de El Álamo, es tomado prisionero, cambia su vida por Texas, firmando el Tratado de Velasco; acto sin valor jurídico, pero Santa Anna aprovecha su influencia y lo hace valer; con lo que consuma traición a la patria; después se autoexilia en La Habana.
En la "Guerra de los Pasteles Pierde una pierna; le construye un mausoleo y en fastuosa ceremonia realiza su entierro. Todo esto engrandece la figura de Santa Ana que ocupará seis veces la presidencia de la república.
Durante la guerra de rapiña de los Estados Unidos contra México, Santa Anna es llamado por una cúpula política que utiliza un grupo de léperos que le vitorean y exigen su regreso al gobierno. Con esa farsa, se presenta triunfante a dirigir los ejércitos mexicanos; logra una efímera victoria, pero luego sus torpezas tácticas provocan la derrota de México y la pérdida de más de la mitad de su territorio. Nuevamente se exilia, ahora en Colombia.
Destruido México con pérdidas humanas incalculables, grandes deudas y grave crisis de seguridad, sin estado de derecho; un grupo de políticos corruptos creen que él único que puede salvar al país es Antonio López de Santa Ana y lo llaman para que una vez más gobierne, ahora ya con carácter de dictador (en sentido positivo del vocablo). Adquiere el título de "Alteza Serenísima" con derecho a nombrar sucesor. Fue esa ocasión en que cobró impuestos por puertas, ventanas y por animales domésticos; además vendió el territorio "La Mesilla" a Estados Unidos;
Finalmente el pueblo se insurreccionó y dirigidos por los liberales bajo el Plan de Ayutla, sacaron definitivamente a Santa Anna, a su familia y a su camarilla del poder. Cuando Maximiliano se proclamó emperador, Santa Anna ofreció su espada para luchas por México, pero nadie le hizo caso. Entonces mando una carta muy sentida a la opinión pública donde se quejaba de los agravios populares y del gobierno contra él, presumía que mucho bien había hecho al País. Pero esta misiva sólo sirvió de burla para muchos.
Antonio López de Santa Anna nunca concluyó un período gubernativo, siempre se retiró anticipadamente buscando beneficios personales y fue considerado como uno de los diez dictadores más corruptos de su época.
Émulo es la persona que compite con otra procurando excederla o aventajarla. Hay quienes se asombran que regrese Humberto Moreira Valdés a la política coahuilense, eso no es ni siquiera original; no hay razón para admirarnos, ya vimos que México sabe sufrir este tipo de personajes; también sabemos que Coahuila es un paraíso para algunos; "aquí no pasa nada". La coraza protectora del PRI impide a la mayoría del pueblo sentir, ver, oír y solamente lo lleva a suponer que todo está perfecto; que no existe megadeuda; que hay empleo, seguridad y crecimiento; aun cuando la realidad indique otro derrotero. La explicación es sencilla: este exgobernador, quien dejó el cargo a su hermano para cuidarle las espaldas, quieren ahora dejar un hombre de paja; actúa igual que el sanguinario conquistador disfrazado de Quetzalcóatl: busca hacer creer al pueblo que regresa aquel dios y no un infame cacique que les cambia espejitos por oro
Nadie debe olvidar que ningún sistema es eterno; por fuerte que se vea, todos tienen pies de barro; Los zares rusos y luego los líderes comunistas, construyeron imperios que creían durarían siglos y hoy sus estatuas han sido derribadas. En México pasó lo mismo con Don Porfirio y vaya que éste si le hizo a México muchos beneficios; pero veamos dónde quedo su palacio legislativo
Hoy en Coahuila puede no suceder nada, pero aún se pueden dar algunas "monerías" que afecten la imagen del clan gobernante y hasta un "dragón" podría incendiar la retomada carrera política; todo ello porque la historia no perdona y un plan de Ayutla siempre es posible. Sin embargo, es tanta su soberbia que no pueden aceptar verdad alguna fuera de las propias, ni concederle al adversario el derecho de tener las suyas; se envanecen e imponen sus símbolos como únicos, no alcanzan a ver una ciudadanía exhausta, privada de futuro, limitada en todos los sentidos. Su altivez les impide ver que la corrupción termina destruyendo el poder desde adentro, como diría Carlos Marx del imperialismo; ya vemos las primeras manifestaciones: Javier Guerrero García, expriista se rebela lanzándose como candidato independiente; tras él vienen varios más y algunos aliados eternos empiezan a buscar otro acomodo en el tablero político.
Yo si estoy de acuerdo que Miguel Ángel Riquelme sea el candidato del PRI al gobierno de Coahuila, y también concuerdo que Humberto Moreira sea candidato a lo que sea por el partido que sea; recordemos que él nunca ha concluido un período de gobierno y la revista Forbes lo declaró uno de los diez mexicanos más corruptos. Si ganan Riquelme y Moreira, los coahuilenses merecemos ese castigo por otros seis años; ellos tendrán todo el derecho de seguir carcajeándose de nosotros, de continuar saqueando el erario y endeudándonos; dicho de otra manera; nuestra dantesca condena continuará. Y para ser congruentes con el "nuevo PRI", en 2018, Javier Duarte será candidato a diputado por Veracruz y César Duarte buscará una senaduría por Chihuahua.