La cantante realizó ayer el primero de dos conciertos en la Ciudad de México. (EL UNIVERSAL)
Adele llego diciendo “Hello, it’s me” y entonces todos gritaron, todos se levantaron y le aplaudieron.
En el primero de dos recitales en el Palacio de los Deportes, la cantante inglesa Adele demostró por qué es un fenómeno de ventas de discos y una figura versátil.
La británica sorprendió a los 17 mil 200 espectadores, cifra oficial, al llevarlos con su música a distintos estados emocionales, y también les arrancó carcajadas.
Si bien abrió su show a las 20:50 horas con su exitoso sencillo Hello, en su camino tomó una Bandera de México y la sostuvo hasta terminar la canción, recibiendo a cambio una estruendosa ovación.
Durante Hometown Glory, imágenes de Bellas Artes y Reforma aparecieron en las pantallas.
En One & Only saludó al público con un "Hola, hola, ¿cómo están?", y confesó que se muere de ganas de salir a conocer la ciudad e ir de compras.
En una oportunidad subió a una cumpleañera para cantarle Las Mañanitas y tomarse una selfie; en otra, bromeó sobre la posibilidad de caerse de la silla antes de interpretar Million Years Ago en versión acústica, lo que hizo que el lugar se desbordara en risas.
Antes de cantar una de sus favoritas, Don't You Remember, advirtió que hay una nota que a veces la hace eructar. Y pidió no alarmarse.
Luego, tras asustarse por la presencia de lo que creyó era un murciélago, dedicó Make You Feel My Love, a todos los asistentes, que iluminaron el Palacio con sus celulares.
