Consulta. Cuauthli Arau Méndez, director general de Human:Cia, empresa de consultoría y capacitación empresarial.
EL SIGLO DE TORREÓN / Ramón Sotomayor
El siglo de torreón
México es un país de emprendedores y que tiene muchas iniciativas, sin embargo, muchas de ellas sólo se quedan en buenas ideas, sin concretar un negocio formal, señaló Cuauthli Arau Méndez, director general de Human:Cia, empresa de consultoría y capacitación empresarial.
En su visita a esta región para participar en un foro industrial, dijo que la mayoría de las empresas nacen como una iniciativa muy buena, lo cual se les ocurre o antoja en un momento dado, por lo que le ponen toda la pasión y hacen partícipe a su familia en el negocio.
Comentó que el querer hacer una empresa profesional causa cierto miedo, ya que, dijo, lo más fácil es no comprometerse por lo que ejemplificó como una etapa de un adolescente, en donde hay pasión, entrega, creatividad, se busca hacer frente a la competencia con todo y ser el número uno en el mercado.
Dijo que los dos pilares para desarrollar y tener un negocio formal son: un modelo empresarial como tal y la del capital humano.
Explicó que en el primer caso se busca institucionalizar el negocio, darle una formalidad empresarial, definir puestos, tener un organigrama, lograr una sistematización de la empresa, el cual permita que si el propietario se ausenta por cierto tiempo el negocio siga trabajando sin ningún problema. Si no es así, aún no se ha concretado este paso.
Dijo que en México se tienen muchas ideas e iniciativas, pero que muchas sólo se quedan en esta fase sin poder concretar el negocio. Explicó que esto es debido a que hay una resistencia al cambio, ya que profesionalizarse implica una rigidez, tener que hacer cuentas de todo, tal vez tener que sustituir a un familiar por alguien preparado para tener resultados.
"Esto consolidaría a las empresas mexicanas, pero en muchos casos no se logra llegar a este paso".
Arau Méndez comentó que el segundo pilar y no menos importante es el capital humano.
Explicó que ambos pilares van a la par y no puede ser uno primero y después el otro, claro si se quieren buenos resultados. Mencionó que en ocasiones el empresario se olvida de su recurso humano, sobre todo prepararlo para este cambio, para este desafío empresarial, por lo que no se trabaja en su capacitación y en temas de inteligencia emocional.
"Es importante el desarrollo del personal de la empresa".
Indicó que no sólo es diseñar manuales y generar propuestas, sino que van acompañados de inteligencia emocional, racional, financiera, etc.
Opinó que lo más común es que la gente no esté lista para este cambio.
Indicó que ésta es la parte en la que trabaja, la del capital humano, en donde se desarrolle una nueva cultura laboral para estar a la par de la empresa formal y obtener los resultados deseados.
Aun cuando una empresa cuenta con todas las certificaciones, sino entrena a su persona no se logrará un desarrollo a la par. "La gente es lo que le da vida a un negocio".
Comentó que en muchas ocasiones se malentiende el liderazgo a la persona que sólo da órdenes, sin embargo, esto no es así, sino que debe ser una persona que se sume al equipo, sea el responsable, escuche las iniciativas y toma decisión final y se haga responsable del seguimiento del proyecto.