Miedo. Miles de personas estaban huyendo del despiadado ataque del gobierno hacia los barrios del oeste de Alepo.
Avances simultáneos del ejército sirio y de fuerzas encabezadas por curdos en el este de Alepo ayer domingo ocasionaron una ola de desplazados dentro de la dividida ciudad, en la que miles de residentes desalojaron sus hogares y amenazaban con partir hacia el enclave de la oposición.
Las defensas rebeldes se vinieron abajo a medida que las fuerzas gubernamentales se abrían paso hacia el interior del barrio Sakhour, acercándose a un kilómetro de dominar un corredor en el este de Alepo por primera vez desde que los insurgentes ingresaron a la ciudad en 2012, según la prensa estatal siria y el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, un grupo activista con sede en Gran Bretaña.
Mientras tanto, fuerzas encabezadas por curdos que operan autónomamente con respecto a los rebeldes y al gobierno tomaron el barrio Bustan al-Basha, en el cual permitieron que miles de civiles huyeran del diezmado distrito al de Jeque Maqsoud, predominantemente curdo, en el norte de la ciudad, señaló Ahmad Hiso Araj, un funcionario de las Fuerzas Democráticas Sirias.
La ofensiva del gobierno, respaldada por miles de milicianos chiíes de Líbano, Irak e Irán, y bajo el apoyo ocasional de la fuerza aérea rusa, ha arrasado los barrios del este de Alepo.