Los ministros de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, y Alemania, Frank-Walter Steinmeier, se reunieron ayer en Beirut con las autoridades libanesas para tratar el conflicto sirio y sus consecuencias, entre ellas la llegada de refugiados, informaron ayer medios locales.
"Nadie puede eludir la responsabilidad del presidente sirio, Bachar Al Asad, en la muerte de miles de personas en Siria. No puede permanecer en el poder", afirmó el ministro turco en una rueda de prensa con su homólogo libanés, Yebrán Basil, retransmitida por televisión.
Asimismo, subrayó "la necesidad de un alto el fuego en Siria, en especial en Alepo, donde la situación es muy preocupante. Una tregua en Siria permitirá avanzar hacia una solución del conflicto, que debe ser política".
Antes de la rueda de prensa, Cavusoglu, que llegó anoche a Beirut, se entrevistó con el presidente libanés, Michel Aoun, a quien indicó la necesidad de reforzar las relaciones bilaterales.
También mantuvo una reunión con el primer ministro en funciones, Tamam Salam, y se espera que más tarde lo haga, entre otros, con el presidente del Parlamento, Nabil Berri, y con el jefe de Gobierno designado, Saad Hariri.
Por su parte, Basil destacó la "necesidad de preservar la unidad de Siria y su régimen laico".
Además, aseguró que la única solución a la crisis de los refugiados es que "regresen a su país, a las zonas seguras".
Al final de la rueda de prensa, el ministro alemán se juntó con sus colegas turco y libanés, con quienes mantuvo una reunión tripartita.Antes, Steinmeier visitó al presidente Aoun, al que dijo que la estabilidad del Líbano está garantizada tras su reciente elección.
