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MINUTO ROTARIO

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Dr. Ignacio Méndez Lastra

NO TODO ES DINERO FUNDACIÓN ROTARIA

Además de realizar la primera contribución personal a La Fundación Rotaria, Paul Harris, fundador de Rotary, estableció un fondo con la idea de que generase ingresos hasta su muerte y la de su esposa Jean. En ese momento, el saldo se transferiría a La Fundación Rotaria para destinarlo a educar niños desfavorecidos.

En 2016-2017, La Fundación Rotaria cumple cien años, todo un siglo ayudando a los rotarios a cambiar vidas y a mejorar las comunidades de todo el mundo.

En 1944, Paul Harris estableció un fideicomiso caritativo. El fideicomiso estipulaba que el ingreso devengado le pertenecería en vida, y que después de su fallecimiento pasaría a poder de su esposa Jean. Al fallecer su esposa, el saldo del fideicomiso se entregaría a La Fundación Rotaria.3 Jean falleció en 1964, y los fiduciarios aceptaron el legado y respetaron el deseo de Harris, destinando el dinero a la educación de niños desamparados.

Otras personas han designado su donación a un programa específico de La Fundación Rotaria a nombre de un ser querido. Sir Angus Mitchell, el primer australiano que fuese presidente de Rotary (1948-1949), dio paso a esta tradición en 1949, cuando estableció una beca para un estudiante australiano en honor de su esposa, que pasó a conocerse como la Beca Teenie Robertson Mitchell Memorial.5 Y así empezó una larga tradición que continúa hasta el día de hoy.

Bruno Ghigi quiso honrar a su padre, quien había sido socio del Club Rotario de Rimini en Italia. Durante su niñez, Bruno escuchó a su padre deleitar a la familia con historias maravillosas de la labor que realizaba Rotary. Al terminar sus estudios, Bruno participó con su padre en el negocio de la familia y luego se independizó para formar una compañía de software que se convirtió en una de las más exitosas en Italia. Bruno se hizo socio de Rotary y fue presidente de club y un Donante Mayor de La Fundación Rotaria. En 1988, en el vigésimo aniversario del fallecimiento de su padre, Ghigi donó US$ 350.000 a La Fundación Rotaria para establecer un Fondo Permanente a beneficio de los refugiados, los enfermos y los niños de la calle en África y en Brasil.

Algunos de aquellos que se beneficiaron de la generosidad de la Fundación se han sentido después inspirados a contribuir para que otros puedan vivir esa misma experiencia. Sadako Ogata, una de las primeras becarias de La Fundación Rotaria, donó posteriormente US$ 10.000 a la Fundación como agradecimiento por la beca que le concedieron cuando era estudiante universitaria.9 "Rotary me puso en el camino en que todavía me encuentro hoy. Si no hubiera ido a Estados Unidos como Becaria de Buena voluntad", indicó, "no creo que hubiera seguido mis estudios en Relaciones Internacionales".

Richard Illgen, Becario de Buena voluntad de Mainz (Alemania), estudió administración y economía en la Northwestern University en Evanston, Illinois. Después de graduarse, se incorporó a Kraft Foods, donde tuvo una exitosa trayectoria profesional. Con miras a ofrecer la misma oportunidad a otras personas, Illgen y su esposa Irene efectuaron una donación - equiparada por Kraft Foods - de US$ 23.000 para un becario del distrito de su ciudad natal en Alemania cursara estudios en Northwestern.

"ROTARY AL SERVICIO DE LA HUMANIDAD".

Joseignaciom47@gmail.com

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