Dios hizo la primavera para los poetas, el verano para los turistas, el otoño para los pintores y el invierno para los médicos y los dueños de empresas funerarias.
En estos días Eva andaba triste.
Adán pensó que las neblinas invernales le abatían el ánimo. Aun así le preguntó la causa de su melancolía.
Respondió la mujer:
-Estoy ansiando que llegue la primavera.
-¿Por qué? -quiso saber Adán:
Respondió ella:
-Porque entonces los árboles se llenarán de hojas. Ahora que el otoño y el invierno han desnudado sus ramas no tengo nada que ponerme.
¡Hasta mañana!...