UN SONETO POR EL AMOR DE DIOS.
Si he de dejar el corazón tirado;
Si he de morir el resto de mi vida;
Si es necesario herir mi propia herida
Y olvidar de una vez lo recordado;
Si he de pasar por lo que ya he pasado,
Y derribar la casa construida,
Y decirme mi propia despedida,
Y convertirme en muerto y sepultado,
Bien está: el corazón será rendido,
Y me atravesaré de parte a parte,
Y la memoria tornaré en olvido.
Quiero matar lo que sin ti he vivido.
Quiero perderme, Dios, para encontrarte,
Porque si no te encuentro estoy perdido.