El Señor hizo al cisne.
Al pavo real.
Al ave del paraíso.
Al quetzal.
Después de darles vida los miró y exclamó emocionado:
-¡Qué bellos son!
El Señor hizo al gusano.
A la cucaracha.
Al murciélago.
Al ciempiés.
Después de darles vida los miró y exclamó emocionado:
-¡Qué bellos son!
¡Hasta mañana!...