El Señor hizo a Galileo. Explicó:
-Necesito a alguien que me vea.
El Señor hizo a Tomás de Aquino. Explicó:
-Necesito a alguien que me entienda.
El Señor hizo a San Juan de la Cruz. Explicó:
-Necesito a alguien que me cante.
El Señor hizo a Miguel Ángel. Explicó:
-Necesito a alguien que me pinte.
El Señor hizo a Mozart. Explicó:
-Necesito a alguien que haga música para mí.
El Señor hizo a Darwin. Explicó:
-Necesito a alguien que me intuya.
El Señor hizo a Freud. Explicó:
-Al paso que van las cosas voy a necesitar a alguien que me dé terapia.
¡Hasta mañana!...