LA PRINCESITA LLAMÓ A SUS PRETENDIENTES Y LES PIDIÓ QUE LE DIJERAN LO QUE CADA UNO LA QUERÍA. QUIEN MÁS LA AMARA SE CASARÍA CON ELLA.
-Yo te quiero de aquí al otro lado del mar -dijo uno.
-Yo te amo de aquí a los más lejanos confines de la tierra -dijo otro.
-Yo te quiero de aquí a la Luna -terció un príncipe.
-Y yo de aquí hasta el Sol -clamó otro.
Se acercó entonces el más sabio entre todos, y dijo a la princesa:
-Yo te quiero toda la distancia que en México separa a los gobernantes de los gobernados.
La princesita supo que ése era el que la amaba más. Y se casó con él, porque además sabía que su amor se iba haciendo más grande cada día.
¡Hasta mañana!...