Adán se sorprendió:
-Señor -preguntó- ¿por qué de un árbol tan grande y majestuoso como el nogal sale un fruto tan pequeño como la nuez?
El Padre respondió con una sonrisa:
-¿Preguntas eso tú, hombre, que saliste de Dios?
Adán tomó la nuez y dijo estas palabras que después se han repetido mucho:
-Y esto ¿cómo se come?
Con otra sonrisa contestó el Creador:
-Yo te doy la nuez, pero tú tienes que quebrarla.
Entonces Adán supo que Dios da la oportunidad y el hombre debe aprovecharla: que Dios da la vida y el hombre ha de vivirla.
¡Hasta mañana!...