Variación opus 33 sobre el tema de Don Juan
-¿Qué hacemos? -le preguntó al Señor con inquietud San Pedro-. En la puerta está Don Juan. Pide ser admitido en la morada celestial.
Respondió el Padre, terminante:
-Dile que no puede entrar.
-Señor -se apuró el apóstol de las llaves-: trae espada.
-Llama a San Miguel y que te apoye con la suya. Pero ese hombre no debe estar aquí. Sedujo a muchas infelices.
En ese momento una muchedumbre de mujeres se presentó ante el Padre.
-Señor -le dijo doña Elvira, la vocera del grupo-. Permite que Don Juan entre en tu casa. Es bueno; merece estar en el Cielo.
¿Cómo me piden eso? -se asombró el Padre-. ¡Ustedes, sus víctimas, las mujeres a quienes él sedujo!
-No, Señor -lo corrigió suavemente doña Elvira-. Nosotras lo sedujimos a él.
¡Hasta mañana!...