La corporación japonesa Mitsubishi Motors reconoció ayer que para calcular el ahorro de combustible en sus vehículos utilizó desde 1991 un método de prueba que no cumple con los estándares de Japón sobre eficiencia. "Es un grave problema que podría poner en peligro la supervivencia de nuestra empresa", admitió Tetsuro Aikawa, presidente del fabricante de automóviles, ayer martes en un conferencia de prensa durante la cual reveló la magnitud del escándalo. Indicó que la empresa carece de la capacidad para corregir sus errores, pero que un panel independiente estudiará el problema a informará de sus resultados dentro de tres meses..