Caos. Al salir de la sala de llegadas, el exgobernador leyó un documento en el que incluyó un extracto del fallo del juez.
La llegada a México del priista Humberto Moreira, exgobernador de Coahuila, ocasionó un caos en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Procedente de Madrid, España, Moreira arribó a las 19:42 a la capital, en el vuelo AM-002 de Aeroméxico que aterrizó con 40 minutos de anticipación.
Al filo de las 8:30, el expresidente nacional del PRI salió por la puerta de llegadas internacionales, que ya estaba flanqueda por policías privados de la terminal aérea y elementos de la Policía Federal, que no pudieron impedir el tumulto de la prensa alrededor de Moreira.
"Permitan el paso, señores", gritaban los uniformados a la prensa.
Entre empujones y gritos, Moreira se abrió paso hacia el estacionamiento, acompañado de voces que comenzaron a gritar su nombre -"¡Moreira! ¡Moreira!"- y manos que despegaron cartulinas de apoyo.
De entre los periodistas que estaban en el lugar, alguien alcanzó a lanzarle una pregunta.
--¿Regresará a la política?
--No sé, nunca me he ido de la política.
Antes de abordar un automóvil Mercedes Benz color gris, que escoltó una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, Moreira extendió unas hojas blancas y leyó un mensaje que apenas pudo escucharse.
"Es un daño que me han hecho a mí, a mi familia, han manchado mi honor", dijo de las acusaciones en su contra, luego de asegurar que es "inocente".
Moreira advirtió que durante la administración de Felipe Calderón también intentaron fincarle cargos, pero ningún hecho le fue comprobado, como ocurrió ahora en España.
"Sólo tuvieron acceso a una intervención telefónica del 2014 donde no se encontró nada, no hay acto alguno que denote la comisión de delito alguno", agregó.
Moreira aseguró que tras su liberación en España, analizará la posibilidad de proceder legalmente contra quienes lo acusaron sin pruebas.
Al exgobernador de Coahuila lo esperaban en el aeropuerto su esposa y su hija.