Foto: USA Network
Elliot, un joven hacker adicto a la morfina y potencialmente esquizofrénico, es reclutado por un misterioso anarquista conocido como Mr. Robot. Juntos lucharán por destruir la corporación más grande del mundo: E Corp.
“¿Qué es lo que te decepciona tanto de la sociedad?”, le pregunta su psicóloga a Elliot (Remi Malek). Tras unos segundos, este le responde: “Oh, no lo sé. ¿Acaso será que todos pensábamos que Steve Jobs era un gran hombre, aunque sabíamos que ganaba millones a costa del trabajo infantil? ¿O acaso será que parece que todos nuestros héroes son falsos? El mundo en sí mismo es una gran mentira. Nos llenamos de comentarios basura disfrazados de conocimiento. Las redes sociales se disfrazan de intimidad. ¿O será que votamos por esto? No con elecciones arregladas, con nuestras cosas, nuestros bienes, nuestro dinero. Esto no es nada nuevo. Todos sabemos por qué lo hacemos. No porque Los juegos del hambre nos alegre, sino porque queremos estar sedados. Porque es doloroso no fingir. Porque somos cobardes. ¡Que se joda la sociedad!”. La respuesta señala al enemigo externo que Elliot intentará derrotar durante toda la serie: la América corporativa. Como todo bien diseñado personaje, el de Elliot no está exento de contradicciones, por ejemplo: trabaja para Allsafe, una firma de seguridad cibernética que protege de ciberataques a E Corp, tan detestada por Elliot que la llama “Evil Corp” (compañía del mal). Sin embargo, durante las noches, Elliot se convierte en un ciberhéroe que usa sus habilidades de hacker para proteger a las personas que le importan y castiga a quienes considera que lo merecen.
CONFLICTO INTERNO: ALIENACIÓN Y LOCURA
El primer vistazo que da Mr. Robot sobre el enemigo interno de Elliot se encuentra en las primeras líneas de la serie: “Hola, amigo. ¿Hola, amigo? Eso es patético. Tal vez debería darte un nombre. Pero eso es una orilla resbalosa, pues sólo estás en mi cabeza. Tenemos que recordar eso”. En estas líneas, Elliot rompe la 'cuarta pared' a la manera de Francis Underwood en House of Cards o Tyler Durden en Fight Club (ambas de David Fincher). El objetivo parece ser transmitir dos sentimientos que pueden verse como sus enemigos internos: alienación y locura. Elliot está tan solo que únicamente le cuenta lo que piensa a la audiencia, a quien se refiere como su 'amigo imaginario'. Otro objetivo es manipular la realidad, al grado de que los espectadores no sepan si lo que Elliot vive es real o no, como cuando es seguido por los hombres de negro. Sí, los motivos nobles del ciberhéroe están ahí, pero también los delirios. ¿Es prudente confiar en este tipo de narrador? Finalmente, del mismo modo que las contradicciones existen en el conflicto contra el enemigo externo, estas se presentan en su vida privada. Asiste a terapia psicológica pero nunca se abre con su terapeuta. Tiene una mejor amiga, Angela Moss (Portia Doubleday) a quien siempre intenta ayudar pero de quien nunca quiere recibir ayuda. En resumen, Elliot vive aislado de la sociedad porque no la entiende y no tiene idea de cómo encajar en ella.
E CORP: LA CORPORACIÓN MÁS GRANDE DEL MUNDO
Varios detalles saltan a la vista sobre esta corporación. Su logo guarda un fuerte parecido con el de DELL y el de ENRON, y su proceder coincide con la falta de ética de la última. Por un lado, el conglomerado fabrica teléfonos, computadoras y tabletas. Por otro lado, controla el 70 por ciento de la industria crediticia a nivel mundial. El retrato de los ejecutivos de la empresa es tan deshumanizado como este: desde sociópatas, como el CEO, Phillip Price (Michael Cristofer); inexpertos como el CTO, Terry Colby (Bruce Altman), hasta sadistas como el VP de Tecnología, Tyrell Wellick (Martin Wallström).
MR. ROBOT Y FSOCIETY
Con un personaje principal tan perturbado como Elliot, resulta evidente la necesidad de un guía. En este caso, el enigmático Mr. Robot, interpretado por Christian Slater, cuyo trabajo le valió el Globo de Oro en 2016 como Mejor Actor de Reparto en Televisión. Mr. Robot es el líder de un grupo de hackers denominado FSociety. Toda su vida gira en torno a un objetivo imposible: 'hackear' a E Corp para cancelar todas las deudas de la población mundial. ¿Revolución? Sí. ¿Destrucción del capitalismo? Sí. Para entender la relación entre ambos, resulta útil comparar la filosofía de Elliot (“¡Que se joda la sociedad!”) con la de Mr. Robot, la cual se resume en la siguiente frase: “El mundo es un lugar peligroso, Elliot, no por las personas que hacen el mal, sino por quienes lo ven y no hacen nada”.
ANTISISTEMA
Es difícil imaginar una serie que muestre un mundo tan irónico como Mr. Robot. Dejando de lado la falsedad de las redes sociales, el consumismo, los ídolos falsos y la deshonestidad en las relaciones, lo original de Mr. Robot es que muestra un mundo que bien podría ser una torcida fantasía de Elliot pero que a la vez refleja fielmente la realidad de la sociedad actual. Esta es la parte escalofriante de la serie y quizá el ingrediente secreto porque es tan sencillo empatizar con Elliot. En un mundo sin cordura, ¿quiénes son los héroes? ¿Los que intentan encontrarle sentido y se adaptan a él? ¿O los que luchan por destruirlo?
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