Esfuerzo. El trabajo de Francisco es pesado, sin embargo, asegura que vale la pena, pues quiere un mejor futuro para su familia. (CORTESÍA)
"Somos muchos mexicanos los que le damos la economía a Estados Unidos, yo no he visto a ningún gabacho trabajar en la construcción, es un trabajo muy pesado, aquí si se puede se trabaja los siete días de la semana, sin descanso. Los americanos no van a poder sin nosotros, Donald Trump es un tonto, no piensa y solamente habla por hablar", dijo Francisco, un joven de 22 años de edad que hace poco más de un año, caminó siete días por la zona fronteriza, con el fin de alcanzar el tan anhelado "sueño americano".
Y aunque el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó durante su campaña "amenazas" sobre deportar a indocumentados, construir un muro en la frontera y bloquear las remesas de inmigrantes, eso no le asusta.
"Tengo muchas ganas de ver a mi familia, ahorita les digo que no tienen por qué preocuparse, vamos a salir adelante, yo vine por un pin... sueño y nadie me va a sacar, yo quise estudiar y no tuve la posibilidad, ¿porqué cree que estoy acá? para darle algo mejor a mi hijo (de 5 años), todo lo que yo no tuve".
Francisco es originario de San Miguel de Allende, Guanajuato y recuerda que una de las rutas para llegar a los Estados Unidos en búsqueda de una vida mejor, fue Coahuila. Asegura que emprendió el viaje, a sabiendas de que la seguridad fronteriza es extrema y a que en "el monte" como él lo describe, había animales silvestres y temperaturas altas que podían ser mortales. Él sabía que podría fallecer en el intento.
En ese entonces, Francisco tenía 21 años de edad y salió acompañado de un grupo de ocho amigos, pero solamente llegaron 4, a los demás "los agarró la migra".
"Al cruzar el charco, nos encontró la migra, en esos siete días, traíamos nuestro morral y comida, fue una aventura, fue correr y correr, detrás de nosotros traíamos a un helicóptero, que nos perseguía, se sufre bastante, es algo feo, te topas con animales".
Por todo lo que tuvo que pasar para llegar a los Estados Unidos y por las ganas que tiene de salir adelante, expresa que "somos mexicanos, y los mexicanos no se detienen para nada". Actualmente, Francisco se dedica a la construcción de bardas en Texas y en promedio, gana 500 dólares a la semana.
De frente
"No les queda de otra".
⇒ De momento, Francisco no piensa regresar. Dice que Donald Trump, no lo intimida.
⇒ Gana 500 dólares a la semana y busca sacar adelante a su hijo de 5 años de edad, que vive en México.
⇒ Se dedica a la construcción de bardas. Se fue hace poco más de un año a los Estados Unidos.
